El portavoz de CC-PNC en el Cabildo de Tenerife analiza la situación del sector turístico y aboga por poner en marcha diferentes acciones para paliar los efectos negativos. El turismo es una de las principales fuentes de riqueza de Tenerife y de Canarias y afronta un futuro incierto en el que el brexit y la posible pérdida de la conectividad pueden generar un grave daño en la economía insular para el próximo año. Las perspectivas para la última parte de la temporada de invierno y la temporada de verano de 2020 no son nada halagüeñas, algo que preocupa seriamente a los responsables del grupo de Coalición Canaria-PNC que lidera Carlos Alonso en el Cabildo y que le ha llevado a proponer algunas acciones para afrontar esta situación.

¿Por qué se está produciendo esta crisis?

Las razones son de distinta índole. La primera de ellas tiene que ver con la situación de las compañías áreas que conectan las Islas y que hemos ido conociendo en estos meses. Ahí encontramos un cierto agotamiento del modelo de crecimiento de las low cost, la crisis de los turoperadores tradicionales, los problemas derivados de una sobreoferta de plazas, el impacto del alza del combustible y los problemas derivados de la entrega de los Boeing MAX. Eso es lo que está afectando a compañías como Ryanair, Norwegian o Thomas Cook Fly y se acumulan a las recientes crisis de otras como Germania o Monarch, por citar otros ejemplos. Además, hay que tener en cuenta el impacto sobre el funcionamiento del mercado aéreo que tendrá un brexit duro, que podrá tener incidencia también tanto a corto como a medio plazo.

¿Y qué más dificultades?

Junto a estos problemas surgen otros que tienen que ver con la situación de los mercados emisores y de la mayor competencia -ya asentada desde hace dos temporadas- de otros destinos del Mediterráneo. Los datos conocidos recientemente del crecimiento del PIB del Reino Unido y Alemania abonan la tesis de una ruptura del ciclo de crecimiento de ambas economías con riesgo de recesión para el tercer trimestre del año, lo que muy probablemente se agrave dada la situación de guerra comercial que afecta especialmente a Alemania y de brexit abrupto. Esta última situación obviamente tiene una especial incidencia en el Reino Unido, pero también en el conjunto de la economía continental. Por su parte, la fluctuación de la libra como uno de los principales efectos del brexit va a reducir la capacidad de compra de nuestros principales visitantes, especialmente los que viajan a Tenerife. Asimismo, no hay que minimizar la incidencia que puede empezar a tener el odio a volar (flightshaming), que empieza a tener incidencia en algunos mercados, en especial en los nórdicos.

¿Y cómo se traduce eso en nuestra economía?

Buena parte de estos factores van a tener una especial incidencia en la industria turística de las Islas. Por un lado, hay que tener en cuenta que Reino Unido y Alemania son los dos principales mercados emisores y que nuestra dependencia de la conectividad aérea es casi absoluta y que los operadores aéreos a los que estamos haciendo referencia -sin olvidar la situación de Thomas Cook- representan un volumen muy importante de la oferta de plazas existente. La distancia de nuestros mercados no es óptima para el funcionamiento de las low cost -nuestros principales carriers para el punto a punto-, dado que hay otros destinos más cercanos y, por tanto, más rentables para estas compañías porque pueden hacer un mayor número de rotaciones diarias. El retraso en la entrega de los Boeing MAX, la subida del precio del petróleo o el incremento de la presión laboral nos coloca en una peor situación competitiva, por ejemplo, para el mantenimiento de bases en línea con lo anunciado por Norwegian y Ryanair.

Finalmente, el brexit va a tener una especial incidencia en Canarias con relación a la nacionalidad de los operadores -no hay que olvidar el caso de IAG- y al hecho de que habrá que negociar un acuerdo de cielos abiertos con Reino Unido. Hasta entonces las rutas aéreas estarán en cierto modo con contingentes, incidiendo negativamente en aquellas compañías que quieran crecer, pero que tengan nacionalidad británica -como el caso de Jet2-, que pueden incentivar el crecimiento de sus rutas a mercados fuera de la Unión Europea.

¿Cuándo se pueden empezar a ver estos efectos?

En mi opinión, sobre todo a partir del final de este próximo invierno. En la actualidad y hasta diciembre y enero, y en previsión de un brexit duro se está produciendo un adelantamiento de las reservas de los viajeros para protegerse de esa forma de una alteración del valor de la libra a partir del 31 de octubre. Por otro lado, no será hasta final de año cuando las compañías presenten sus programaciones para el próximo verano. Los anuncios de Ryanair del posible cierre de sus bases en Tenerife, Gran Canaria y Girona y la situación de Norwegian, en función del comportamiento de los mercados, podría llevar a una situación complicada ya en el final de la próxima temporada de invierno.

El panorama no es muy alentador. ¿Se pueden tomar medidas para mitigar esta situación?

La situación es muy compleja y requiere un análisis más detallado por mercado y por compañía, por lo que hemos solicitado una reunión urgente del consejo de administración de Turismo de Tenerife sin que hasta el momento sea atendida. Desde CC-PNC tenemos algunas soluciones que aportar. Por ejemplo, realizar una campaña especial de promoción junto a las compañías aéreas para este invierno, de forma que los resultados de las compañías en términos de ocupación y rentabilidad sean buenos y comparativamente adecuados respecto a otros destinos. Al ser un mercado con mucha competitividad en invierno, podemos tener un buen resultado que incentive a las compañías a no retirar su oferta en verano. Si como consecuencia de la crisis económica los resultados en ocupación e ingresos no son buenos, tendrán un fuerte incentivo a aumentar la oferta a otros destinos competitivos en verano. Esta acción debería coordinarse con el Gobierno de Canarias e incluir una acción específica para los turoperadores. En otras ocasiones se han realizado acciones con las asociaciones de agencias de viajes, en el caso inglés con ABTA, que también han funcionado muy bien.

¿Qué otras acciones propone?

Se puede establecer una potente acción con las compañías aéreas para mostrarles las ventajas de la Zona Especial Canaria (ZEC) para la matriculación de aeronaves y el desarrollo del negocio desde las Islas. El modelo a seguir sería el de Vueling y las ventajas fiscales serían obvias. En ese sentido, se ha calculado que para Ryanair supondría una mejora de más de un millón de euros en su beneficio operativo trasladando su operativa con Canarias a las Islas. En este caso recomendaría utilizar un buen consultor para realizar esta acción, tal como se ha hecho en el pasado. Esta acción debería ser potente y coordinada por el Gobierno de Canarias para aumentar impacto y reputación de la misma.

Otra acción que se puede realizar es ofrecer otras ventajas para la localización no solo de la competencia distintiva del negocio aéreo, sino de otras actividades conexas como la formación, el desarrollo de plataformas tecnológicas y la contratación a través de programas de formación de personal e inserción semejante al programa Centro de Excelencia de Desarrollo e Innovación (CEDEI) que desarrolla el Cabildo a través del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER). Es algo que abordamos con los representantes de los trabajadores de Ryanair en la reunión que mantuvimos recientemente. Además, en el marco de las ferias Routes y World Travel Market, principales eventos mundiales, debemos mostrar al sector nuestra preocupación intensificando los contactos y las acciones puntuales para desarrollar rutas concretas, de forma que podamos compensar con el crecimiento de algunos mercados la posible reducción de oferta en los mercados principales.

Por lo tanto, hay preocupación, pero también soluciones para afrontar esta situación.

La preocupación es evidente, porque cuando hablamos de turismo no hablamos de cifras frías, sino de empleo, de miles de personas que viven en Tenerife y en Canarias, cuya economía depende directa e indirectamente de este sector. Desde CC-PNC estamos aportando soluciones y esperamos que se lleven a cabo por el bien de la isla.