A última hora de ayer, una quincena de los veinte vecinos desalojados del edificio que ocupa el número 12 de la calle Fuerteventura en El Fraile (Arona) permanecían realojados en el pabellón municipal. Pasaron en él su segunda noche después de que fueron obligados a abandonar sus pisos en torno a la media noche del viernes al sábado, tras constatar una importante fuga de agua y grietas de tamaño considerable en algunos pilares situados en el garaje, emplazado en el sótano.

La inspección ocular inmediata realizada por los técnicos municipales confirmó la existencia de daños estructurales en una edificación realizada hace 30 años, "relativamente nueva", decían algunos de los afectados. A la una y media del sábado comenzó el apuntalamiento del inmueble y a las cuatro de la madrugada estaba todo el operativo ultimado, incluido el habilitado para el realojo de las 20 personas (cinco de ellas son menores) que residen en ocho de las nueve viviendas (hay una deshabitada) que integran el edificio. Un inmueble cuyos garajes están en desuso y que cuenta con locales comerciales tapiados que son propiedad de una entidad financiera.

Quince de las veinte personas que fueron realojadas en las camas habilitadas por el Ayuntamiento de Arona en el pabellón cubierto de El Fraile pasaron su segunda noche y pasarán alguna más, al parecer, porque hasta mañana no se realizarán las inspecciones técnicas exhaustivas para determinar el alcance real del daño y peligro que sufre el edificio, tanto por los técnicos de la empresa aseguradora contratada por la comunidad de vecinos como por los del consistorio.

El alcalde, José Julián Mena, visitó a los afectados y les trasladó su "colaboración y apoyo en todas aquellas cuestiones básicas y esenciales". De hecho, los vecinos reciben alimentos, bebida y útiles para el descanso. El regidor indicó que, "siendo una propiedad privada, el ayuntamiento solo puede valorar la seguridad de las personas y, constatado el riesgo, desalojar, precintar y contactar con la comunidad de vecinos para que, con los medios técnicos que estimen o el seguro de la vivienda, procedan a su subsanación". Lo que sí dejó claro es que los vecinos retornarán a sus casas "cuando los técnicos informen de que se garantiza la habitabilidad del edificio".

Juan Soto, quien espera a que "nos pongan un alojamiento en condiciones, porque aquí pasamos un calor de cuidado" (la jornada de ayer superó los 32 grados en la zona), recuerda que fue "sobre las diez y cuarto de la noche (del sábado) cuando noté dos cimbreos seguidos, que se movía el piso". Estaba sentándose para cenar con su familia. Descartado que se tratara de un terremoto "porque nadie del pueblo al que pregunté lo notó", accedió al garaje del edificio acompañado de su vecino y cuñado. "Vimos que caía agua del techo y, aunque los pilares tenían unas pequeñas grietas hace un año, ahora las rajas son más importantes, grandes hasta verse el hierro del pilar. Está muy deteriorado y nos asustamos".

Fue el momento en el que dieron la voz de alarma a los vecinos del inmueble y a la policía local, cuyos efectivos fueron los primeros en realizar la inspección ocular, los que pidieron desalojar y quienes pusieron en marcha el protocolo de actuación para situaciones como esta.

Juan Soto es uno de los tres hermanos que reside en este edificio de El Fraile, cuya comunidad preside Mariela García. "Te soy sincera. Vivo en el primer piso y no escuché ruido". Confirma que la orden de desalojo se materializa en torno a las 23 horas del viernes. "La operación fue magnífica, porque a la una y media de la madrugada ya estaban apuntalando el edificio para que pudiéramos entrar y recoger algunos enseres, porque salimos todos con lo puesto para irnos a la cama, prácticamente", explicó.

Mariela García es una de las vecinas que está realojada en casa de un familiar, su sobrino, mientras otra de las habitantes del edificio está en la casa de su hijo. En total, el pabellón municipal de El Fraile albergaba ayer por la tarde a cuatro de las ocho familias que residen en el número 12 de la calle Fuerteventura de El Fraile.

La presidenta de la comunidad de vecinos espera que las mismas "puedan ser realojadas en otro lugar más idóneo", medida que se complicó durante el fin de semana, teniendo en cuenta que se trata de los días del verano con mayor afluencia turística en el municipio y en la comarca, una coincidencia que también valoran los afectados. Los mismos que insisten en mostrar su agradecimiento a la respuesta y al trato recibido desde el ayuntamiento "desde el primer momento".

El concejal de Comunicación, David Pérez, explicó que "por parte del Ayuntamiento de Arona se está prestando todo el apoyo y asesoramiento posible. En este sentido solo cabe esperar, tratándose de una finca privada, que el perito determine cuáles van a ser los tiempos y cuáles serán las acciones oportunas". Aspectos que no serán despejados hasta mañana, al menos, toda vez que será entonces cuando los técnicos emitan los informes de valoración de la situación en la que se encuentra el edificio que ocupa el número 12 de la calle Fuerteventura, en la localidad aronera de El Fraile.

En la historia queda el 14 de abril de 2016

"El edificio número 12 de la calle Amalia Alayón y trasera en la calle Valle Menéndez se ha derrumbado parcialmente a las 9:31 horas de hoy". Era el 14 de abril de 2016 y el colapso de un inmueble en Los Cristianos causó el fallecimiento de siete personas y el desalojo de 48 familias, abriéndose un procedimiento judicial para determinar las causas y responsabilidades. La Fiscalía provincial descartó la posibilidad de exigir responsabilidades penales, porque los indicios "no son suficientes ni cumplen los parámetros exigidos para atribuir penalmente tan trágico resultado a personas individualizadas y determinadas". Asimismo, en julio de 2018, el Juzgado de Instrucción número 3 de Arona archivó la causa penal porque no se podía determinar el origen. El edificio no se ha reconstruido.

Otro desalojo por daños en un pilar: 20 de marzo de 2017

A las 16:00 horas del 6 de abril de 2017 el gobierno municipal de Arona decretó el levantamiento del precinto del edificio Plaza, situado en los números 10 y 12 de la calle del mismo nombre en Valle San Lorenzo. La policía local, con carácter urgente y de manera inmediata, procedió al desprecinto del inmueble y comenzó el retorno paulatino a sus hogares de las 25 personas que fueron desalojadas durante la tarde y noche del 20 de marzo previo. A las 21:00 horas de ese día se adoptó la medida cautelar porque se observaron daños en el pilar central del estacionamiento del edificio.