Del Día del Peregrino al del Protocolo de las Fiestas de Agosto. Con el sonido ambiente de los cánticos de las parrandas y los vehículos del servicio de limpieza acondicionando las calles de la Villa Mariana para preparar la salida del sol, ya se escuchaban los tambores y las flautas de la asociación de La Guanchería que, aunque de Los Realejos, acuden danzando desde Güímar, cada 15 de agosto, para rendir el primer tributo oficial de la mañana. Y así, desde hace 20 años, gracias a que el recordado dominico Jesús Mendoza le abrió las puertas de la Basílica para que entraran danzando hasta los pies de la Patrona. Amando Díaz, el responsable del colectivo, precisaba que fueron los primeros en traer alimentos como ofrenda.

En el altar mayor, al término de la danza del tajaraste, el prior de la Basílica, Daniel López, requirió la presencia del director de La Guanchería porque la alcaldesa, Mari Brito, quería entregarle una metopa al grupo en agradecimiento por sus 20 años como despertador del 15 de agosto en las calles de Candelaria. Sorprendido, Amando Díaz agradeció el presente, y hasta se emocionó cuando el prior le explicó que la metopa recrea la arquitectura de la cúpula central de la Basílica, vista desde el pasillo.

Y corriendo llegaron los mil participantes en la 28 edición de la ofrenda atlético-floral. Desde hace ya cinco años, la nutrida presencia obliga alongar a la Patrona a la plaza por la puerta lateral de la Basílica, para saludar a los deportistas que desde las siete de la mañana, tres horas antes, salieron desde el parque de La Granja. En las escalinatas laterales tuvo el privilegio de saludar a la Virgen el organizador, Domingo Álvarez, porque se invitó a los participantes a que dejaran los ramos en unas barcas habilitadas en el exterior del trono, cerca de la Virgen.

A partir de ahí, el protagonismo recayó en las autoridades que comenzaban a llegar al ayuntamiento de Candelaria para participar en la procesión cívica que presidía la alcaldesa, Mari Brito, que estuvo flanqueada por el regidor municipal de Teror.

De los primeros en llegar, conduciendo su coche, Enrique Arriaga, presidente en funciones del Cabildo en la ceremonia de Los Guanches y ayer, vicepresidente de la Corporación insular, gracias a que Pedro Martín decidió asistir al día grande de la Patrona de Canarias. Apostados en un lateral de las Casas Consistoriales de la Villa algunos vecinos intentaban averiguar si las autoridades que acudían se estrenaban en la cita o no por su grado de despiste. La ruta se repetía. El vehículo oficial llegaba hasta la farmacia, a la altura del paso de peatones, y muchos, cuando se bajaban, no sabían si dirigirse a la Basílica o a la 'casa de las caracolas'.

De las primeras regidoras en llegar, Olivia Delgado, alcaldesa de Arico; luego el regidor municipal de Puerto de la Cruz, Marco Sinese, que se estrenaba. Muchas caras nuevas, fiel reflejo del 'cambio de guardia' que depararon las últimas elecciones. Esta vez sí se pudo lograr la foto del 'pacto de las flores' al completo: el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, que ayer además fue el representante de la Casa Real; el titular del Parlamento, Gustavo Matos, y la alcaldesa de Candelaria, Mari Brito, que ya cobra un cuatrienio con bastón de mando.

Era el primer año de mandato para muchos, y no quisieron faltar para encomendarse a la Virgen. Caras nuevas como los regidores, o sus representantes, de Tacoronte, La Victoria, Santa Úrsula, Puerto de la Cruz, Icod de los Vinos y Tegueste. Pero para despliegue, el del Ayuntamiento de El Rosario. Junto al alcalde, Escolástico Gil, cinco concejales del equipo de gobierno y tres de la oposición socialista; con quórum para pleno.

También estuvo presente Güímar -también con nutrida presencia-, Arafo, San Juan de la Rambla, La Orotava, La Matanza, El Sauzal, Fasnia, Teror (Gran Canaria) y el Cabildo de La Gomera, como ya ocurre desde hace dos años. Se dejó sentir la ausencia de los alcaldes, también socialistas, de Santa Cruz y La Laguna, las dos ciudades que visitó la Patrona el pasado octubre, cuando ni Patricia Hernández ni Luis Yeray Gutiérrez habían accedido al cargo.

La procesión llegó a la plaza de la Patrona, donde tuvo lugar la tradicional parada militar, en la antesala de la llegada del representante de la Casa Real, Ángel Víctor Torres. Tras pasar revista, luego la banda militar marchó a ritmo del Pasodoble Islas Canarias, para dar paso al inicio de la eucaristía. También el obispo de la Diócesis y los sacerdotes entraron al templo en procesión, aunque sin banda de música. Ya en el templo, eucaristía para dar paso de nuevo al recorrido de la Virgen a su plaza entre los correspondientes vivas a la Patrona.