El Cabildo de Tenerife a través del Área de Gestión del Medio Natural y Seguridad, reforzará la protección del Parque Nacional del Teide entre los días comprendidos entre el 9 y 13 de agosto para garantizar la seguridad y preservar este espacio protegido durante las jornadas en las que será posible observar la lluvia de estrellas fugaces conocida como Perseidas.

Este fenómeno astronómico se produce cada verano y acapara la atención de miles de personas que se trasladan hasta puntos elevados del Archipiélago, donde la contaminación lumínica es menor. En Tenerife una de las localizaciones preferidas por los amantes de este fenómeno es el Parque Nacional del Teide, por lo que es necesario reforzar la seguridad para que no se produzca ningún problema durante la observación.

En torno a 40 técnicos del Área la Consejería de Gestión del Medio Natural y Seguridad, personal de las Brigadas Forestales (Brifor) y agentes del parque se desplegarán en los puntos en los que se espera una mayor afluencia de visitantes, con el objetivo de que la jornada transcurra con normalidad y los ciudadanos colaboren en la protección del entorno.

Desde la dirección del Parque Nacional se prevé que miles de personas se desplacen hasta esta zona, en especial las noches del 9 y 10 de agosto por coincidir con fin de semana, para observar las estrellas desde alguno de sus 21 miradores, especialmente en aquellos localizados en los Llanos de Ucanca y los Roques de García.

En este sentido, la consejera del área, Isabel García, solicita "colaboración a la ciudadanía para reducir en la medida de lo posible la contaminación lumínica y acústica", favoreciendo el disfrute de este espectáculo y evitando el uso de altavoces y dispositivos de sonido que puedan perturbar la tranquilidad de la zona.

Asimismo, García recuerda a aquellos que se vayan a desplazar al parque en estos días, "la necesidad de respetar las normas del parque y la prohibición de abandonar basura en este espacio protegido", abogando por el civismo para garantizar su conservación y para que la Isla continúe siendo enclave de referencia en la observación de estrellas.

Conocidas también como Lágrimas de San Lorenzo, estas estrellas fugaces son en realidad pequeñas partículas de polvo producidas por el cometa Swift-Tuttle. La lluvia de estrellas se produce cuando el polvo que dejan los cometas en su órbita alrededor del Sol entra en la atmósfera de la Tierra, provocando una estela luminosa. Su observación cada verano es cita indispensable para estudiosos y aficionados a la astronomía.