El presidente de Fepeco, Oscar Izquierdo, aseguró ayer no haberse sentido sorprendido tras el anuncio de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias de que las obras de la segunda fase de la Carretera de La Aldea comenzarán en septiembre. "Esa celeridad en poner manos a la obra es más de lo mismo, la historia interminable, estamos acostumbrados, siempre dando prioridad a la ejecución de obra pública en Gran Canaria", comentó.

Bajo su punto de vista, allí "no hay impedimento que valga, incluso cuando existe una enorme complejidad, ya que contempla la ejecución de ocho túneles y dos viaductos para un tramo de apenas 8,5 kilómetros". Por el contrario, en Tenerife, ante cualquier obra de carreteras, "primero aparecen los escarabajos, después los noístas y, por último, los profesionales de los impedimentos, que viven incrustados en la administración y en la política, que no saben, no quieren o no pueden gestionar la ejecución de las obras de carreteras y paralizan todo en nuestra Isla".

Izquierdo aseguró que los políticos "dicen que la carretera de La Aldea es una obra de la máxima exigencia, en cambio, las obras de carreteras en Tenerife ni se les ve, ni se les espera, ni les importan, ni les interesan. Es el regionalismo desigual, que se rasga las vestiduras, cuando desde Tenerife exigimos lo que hay que hacer".

Por otro lado, el responsable de Fepeco quiso recordar a los responsables públicos "que el equilibrio territorial pasa por la igualdad de oportunidades, tanto en tiempo, como en financiación". Por eso, señaló que en Tenerife, el cierre del Anillo Insular, el tercer carril en la TF-1 y TF-5 y la vía de circunvalación a la zona metropolitana son obras estratégicas, vertebradoras del territorio, que necesitan urgentemente ser iniciadas".