Los jóvenes alumnos de la Escuela Infantil La Esperanza vivieron ayer un día lleno de emoción y diversión. A la graduación que cada año se celebra al finalizar el curso escolar se unió una fiesta de cumpleaños muy especial: la del propio centro educativo, que este año cumple 25 años de historia. A pesar de que el nacimiento se produjo en el mes de abril, la escuela celebró ayer este cumpleaños que no solo contó con la participación de los 40 alumnos rosarieros, sino también de sus padres, que disfrutaron de los juegos organizados tanto o más que los pequeños de la casa.

La jornada comenzó a las nueve y media de la mañana en el Ayuntamiento de El Rosario, donde se celebró la graduación de los menores, con birrete incluido. Más tarde, los actos se trasladaron al Polideportivo Lomo Pelado, donde se realizaron diferentes juegos y los asistentes pudieron disfrutar de una deliciosa paella para concluir la jornada festiva.

Atteneri Lobato es la directora de este centro infantil y lleva 11 años trabajando en este espacio. En la actualidad, dan servicio a 40 menores de hasta 3 años, gracias al trabajo de cuatro educadores. A lo largo de todos estos años, han ofrecido además servicios de acogida temprana y ludoteca, aunque en la actualidad no se trabaja en este sentido puesto que no existe demanda.

La directora de la escuela infantil explica que a lo largo de estos años la forma de trabajar con los menores ha ido evolucionando, pasando de la guarda estricta a un servicio más docente, que recuerda más a un colegio. Son muchos los conocimientos y emociones que han pasado por las aulas de este centro en un cuarto de siglo. Y todo ello, al igual que los propios alumnos, ha ido evolucionando durante todos estos años. El impecable trabajo que se realiza en esta escuela infantil se traduce en la fidelidad de sus clientes. Y es que en la actualidad hay padres que llevan a sus hijos a este centro después de que ellos mismos pasaran por las aulas hace 25 años.

Durante este cuarto de siglo de historia, la Escuela Infantil La Esperanza ha tenido que lidiar con la crisis, lo que supuso un descenso del número de alumnos durante algunos años. Sin embargo, desde hace algún tiempo el número de niños se mantiene estable y ronda los 40. Los educadores destacan que, a lo largo de todo este tiempo, los padres han sido indispensables en el trabajo realizado. Y es que ellos están presentes en la mayoría de actividades y celebraciones que se llevan a cabo. "Lo que queremos es que ellos estén presentes en todos los momentos", afirma Atteneri Lobato, quien recuerda con cariño el último Día de Canarias, cuando varios padres protagonizaron talleres de juego del palo, preparación de gofio y luchada.

Geles Fernández es una de las educadoras que trabajan en esta escuela infantil desde su apertura hace 25 años. La profesional destaca que este centro fue pionero a nivel coeducativo en las Islas y rememora las entrañables vivencias que ha tenido la oportunidad de atesorar con el cerca de millar de niños que han pasado por las aulas de este centro. "Es muy gratificante ver el cariño con el que nos tratan", afirma Fernández, quien añade que "somos como una gran familia, tanto en el afecto que sentimos los unos por los otros como por las normas que tenemos que marcarnos para que todo funcione correctamente".

Reyes Estévez es otra de las trabajadoras que vieron nacer el centro hace un cuarto de siglo. Destaca la estrecha relación que se ha creado entre padres, alumnos y profesores a lo largo de este tiempo y afirma que muchos exalumnos aprovechan las épocas de vacaciones para volver a la escuela y saludar a sus antiguos profesores.

Así, el día de ayer no fue más que un ejemplo de la gran familia que constituye la Escuela Infantil La Esperanza, que, a pesar de haber visto pasar a centenares de alumnos a lo largo de estos años por sus aulas, esta preparado para recibir a otros tantos en el futuro, para formarlos y cuidarlos.