El nuevo presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, señaló ayer, después de ser proclamado tras un polémico pleno, que a partir de ahora solo espera "no defraudar las ilusiones y los anhelos de tantas personas que pensaban que no había posibilidad de cambio", algo que para él supone un reto "enorme".

Arropado por los suyos, el mandatario tinerfeño indicó que tratará de demostrar que existe una manera distinta de hacer política en la Isla y que puede haber "presidentes distintos a los que hemos tenido en estos años".

Sobre la posibilidad de que se haya tenido que aplazar la votación después de que CC denunciara una presunta incompatibilidad de un consejero de Podemos, Martín manifestó que estaba satisfecho de que finalmente hubiera imperado el criterio del secretario del Cabildo.

Martín también aseguró que se reunirá con el expresidente del Cabildo, Carlos Alonso, con la intención de "hablar y debatir" sobre algunos proyectos que están en marcha y que el socialista afirmó que deberían tener continuidad.

Por su parte, el consejero de Cs, Enrique Arriaga -que desde ayer es también vicepresidente de la Institución-, comentó durante el pleno que tanto él como su compañera de partido habían cumplido con lo que habían manifestado durante la campaña. "Tenerife no es suya y hoy hemos sido testigos de que lo siguen creyendo", aseguró refiriéndose al grupo insular de CC.

Además reiteró que nunca estuvo en sus planes llegar a un acuerdo para integrarse en el Gobierno de CC y PP, algo de lo que le habían acusado los representantes de estos dos partidos.

Tras la finalización del pleno, Arriaga comentó que se vivió una sesión "intensa y extraña" por la "arbitrariedad" de la presidenta de la Mesa de Edad, Juana María Reyes, al dudar del criterio jurídico del secretario sobre la compatibilidad del consejero de Sí Podemos, Jesús David Carballo.

Arriaga apuntó que a partir de ahora "se abre una nueva etapa ilusionante" en la que "todos" van a "trabajar" por Tenerife, resaltando que su apoyo a la moción de censura avala el discurso mantenido "por activa y por pasiva" durante la campaña electoral.