El consejero nacionalista José Manuel Pitti fue ayer el gran ausente del pleno en el que se debatió la moción de censura que acabó otorgándole el bastón de mando del Cabildo insular al socialista Pedro Martín. Fue una ausencia sentida y notada, ya que el representante de Coalición Canaria (CC) debió ser quien presidiera la Mesa de Edad que se conformó para esta sesión, ya que es el consejero de mayor edad del pleno.

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Pitti ya llevó a cabo esta tarea en la toma de posesión de los consejeros del Cabildo el pasado 21 de junio, pero en esta ocasión no acudió al pleno. Mientras que unos alegaban desconocer las razones por las que no pudo asistir a la sesión, otro afirmaban que se encontraba enfermo, algo que él mismo confirmó después. Lo cierto es que de su papel tuvo que encargarse su compañera de partido, Juana María Reyes, que ayer presidió uno de los plenos más accidentados que se recuerdan. La consejera nacionalista quiso suspender la sesión para que no se votara la moción de censura contra Carlos Alonso, después de que el grupo insular de CC presentara un informe que alegaba la incompatibilidad de un consejero de Podemos. Algo que finalmente no ocurrió tras ser advertida de que podría incurrir en un posible delito.

El nacionalista José Manuel Pitti, el gran ausente

El socialista Pedro Martín se convirtió ayer en el nuevo presidente del Cabildo de Tenerife tras triunfar la moción de censura contra el nacionalista Carlos Alonso en uno de los plenos más accidentados que se recuerdan en el Palacio insular. El ya mandatario tinerfeño, que será el primer presidente socialista de la Corporación insular después de 32 años, recibió el apoyo de los 11 consejeros de su propio partido, además de los de los tres representantes de Sí Podemos Canarias y los dos consejeros de Ciudadanos (Cs), que han sido expedientados y suspendidos cautelarmente de militancia por su formación por participar en esta operación.

Sin embargo, su llegada a la presidencia tuvo lugar durante un pleno lleno de polémica, ya que la sesión estuvo un tiempo paralizada, en un intento de suspender y aplazar la votación, por lo que el debate comenzó dos horas más tarde de lo previsto.

Nada más comenzar la sesión el portavoz del grupo de Coalición Canaria (CC), Alberto Bernabé, anunció la existencia de un informe en el que se alegaba la incompatibilidad de un consejero de Sí Podemos Canarias, José David Carballo, en el momento de registrar la moción el pasado día 10 de julio. Una situación que supondría que la censura no contó con los votos de la mayoría absoluta del pleno, al ser necesarios los 16 representantes de PSOE, Sí Podemos Canarias y Cs, invalidando de esta manera su registro.

Una maniobra, que recibió también el apoyo del grupo popular, a través de la que se pretendía que se suspendiera el pleno y no se debatiera ayer la moción de censura contra Alonso. Quizás con la intención de que se resolviera en los próximos días el expediente de expulsión de los dos consejeros de Cs, que están a la espera de que el partido les comunique la resolución tras haberse cumplido el plazo de alegaciones. Aunque el mismo portavoz de Cs y firmante de la moción, Enrique Arriaga, aseguró que no tendría ningún efecto, ya que ellos podrán recurrir después la decisión que tome la Comisión de Régimen Disciplinario del partido.

La posible situación de incompatibilidad del consejero José David Carballo fue rebatida sobre la marcha por el secretario del Cabildo, Domingo Hernández, quien tomó la palabra para aclarar que a su juicio "no existe ningún inconveniente para el debate y la votación de la moción de censura", y que momentos antes de iniciarse la sesión se había emitido una diligencia administrativa en la que se señala que no concurría ninguna circunstancia que impidiera que ayer se llevara a cabo el debate y la votación, como finalmente se produjo.

Hernández quiso dejar claro que "la actuación del consejero José David Carballo desde el punto de vista jurídico ha sido totalmente correcta" y detalló los pasos realizados por el representante de Sí Podemos Canarias por su posible situación de incompatibilidad para ejercer como cargo público al estar vinculado laboralmente con la entidad Parque Científico y Tecnológico de Tenerife, una empresa participada de forma mayoritaria por el Cabildo insular.

Aún así, la presidenta de la Mesa de Edad, la también nacionalista Juana María Reyes -que ocupó este puesto en ausencia de José Manuel Pitti (CC), el consejero de más edad del pleno-, valoró suspender la sesión alegando "contradicciones entre los dos informes" y propuso otorgar cinco días de plazo a la Secretaría insular para presentar por escrito su informe.

Una proposición que fue recibida de manera alborotada por los consejeros firmantes de la moción y en particular por los socialistas. La consejera del PSOE, Berta Pérez, insistió en que el que se tiene que tener en cuenta "es el informe del secretario", la figura que debe dar legalidad a los acuerdos que se tomen en la Mesa, y no el presentado por un grupo político afectado por el proceso. Una posición que fue apoyada también por los consejeros Enrique Arriaga (Cs) y María José Belda (Podemos).

Reyes, sin embargo, insistió en suspender el pleno al no sentirse "capacitada" para tomar una decisión "ante la duda razonable entre los dos informes" y pretendió hacer valer su voto de calidad como presidenta de la mesa para suspender la sesión y aplazarla hasta que el secretario presentara un nuevo informe aclarando la situación del consejero de Podemos. Incluso llegó a convocar un nuevo pleno para debatir la moción el jueves 1 de agosto a las 12:00 horas.

El secretario del Cabildo reiteró su posición argumentando que en aquel momento no existía ninguna circunstancia impeditiva para que se votara la moción y que sería esta postura la que plasmaría en ese informe requerido por la presidenta de la Mesa, ya que había sido transmitida al pleno de manera oral.

Fue en este momento cuando la consejera socialista Berta Pérez le recordó a Reyes que si se llevaba a cabo la suspensión del pleno se podría estar incurriendo en un posible delito de prevaricación y de vulneración de derechos fundamentales de los consejeros y que por lo tanto las responsabilidades tendrían que dirimirse en los tribunales.

Ante el revuelo suscitado, Reyes acordó un receso de cinco minutos para debatir junto al secretario y el otro miembro de la Mesa de Edad, el consejero más joven del pleno, Nauzet Gugliota (PSOE), la manera de proceder. Un receso que se alargó más tiempo del indicado y Reyes volvió a anunciar otro de media hora para una reunión con los portavoces de los grupos con representación en el pleno. Tras este encuentro, Reyes volvió a reunirse con el secretario y su compañero en la Mesa de Edad, Nauzet Gugliota.

A las 13:55 se reanudó el pleno para debatir la moción, sin que Reyes aportara ningún tipo de explicación acerca de su cambio de parecer. Sin embargo, Gugliota explicó, tras la finalización de la sesión, que la nacionalista tuvo que desistir de su intención de suspender el pleno después de que el secretario le advirtiera durante el receso acerca del nulo sustento legal del aplazamiento y de la posibilidad de que incurriese en una actuación delictiva.

El pleno continuó entonces como estaba previsto y tras la intervención del candidato a presidente Pedro Martín y del hasta ayer mandatario insular Carlos Alonso, la presidenta de la Mesa dio la palabra a los portavoces de los diferentes grupos con representación en el pleno.

Después de las intervenciones comenzó la votación, que fue pública y nominal, en la que los consejeros tuvieron que responder en voz alta cuál era su posición. De esta manera, todo discurrió como estaba previsto y los 11 consejeros del PSOE, los tres de Podemos y los dos de Ciudadanos apoyaron que Martín se convirtiera en el nuevo presidente insular. Mientras que los 11 consejeros de CC y los cuatro del Partido Popular expresaron su negativa a que prosperara la moción contra Carlos Alonso.

De esta manera, sobre las 15:00 horas Pedro Martín juraba el cargo como nuevo presidente del Cabildo de Tenerife, convirtiéndose en el primer mandatario socialista desde 1987, cuando la entonces Asamblea Tinerfeña Independiente (ATI) tomó el relevo al PSOE, que no había vuelto a comandar hasta ayer la Institución insular.

Tras pronunciar sus primeras palabras como presidente, en las que agradeció tanto al grupo de Ciudadanos como a Podemos su apoyo y manifestó que tenderá la mano al Partido Popular y a Coalición Canaria, levantó la sesión y salió para recibir la ovación de sus familiares, amigos y compañeros de partido, que habían seguido la sesión desde el hall del Palacio Insular.