Hizo un hueco en su agenda como director general de Casa África para asistir a una sesión que esperaba menos tensa. Y eso que él vivió en sus propias carnes -durante la primavera de 1993- un agitado desalojo de la Alcaldía de San Cristóbal de La Laguna al prosperar una moción de censura encabezada por el nacionalista Elfidio Alonso. Si en su momento una de las imágenes que certificaban el giro político de 180 grados que se estaba produciendo en el Ejecutivo regional se concentró en un sincero abrazo entre Ángel Víctor Torres y Jerónimo Saavedra en el Parlamento, ayer una de las instantáneas más perseguida tenía como protagonistas a Pedro Martín y a José Segura Clavell, primer y único presidente socialista hasta que el exalcalde isorano recibió el testigo de Carlos Alonso.

Segura Clavell se convirtió en el vigésimo séptimo mandatario de la institución insular el 24 de abril de 1983. "En aquellas elecciones se produjo un hecho muy curioso; algo poco habitual ya que el PSOE en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife solo logró seis concejales, y eso que presentó a un magnífico candidato con Manuel Álvarez de la Rosa, y en el Cabildo sumamos 13 consejeros, cuando la mayoría estaba en 14", rescata el lagunero en una fase de la charla en la que reconoce que el arreglo para lograr el 14, que era Melchor Núñez, fue relativamente sencillo.

El exsenador y diputado nacional, que hace 32 años ya contaba entre sus colaboradores con Santiago Pérez (hoy líder de Avante), está convencido de que hace tres décadas se consolidó un sentimiento de unidad que se fue diluyendo a medida que Coalición Canaria se afianzó en el ejecutivo insular. "Se consiguió que la Isla fuera un todo, es decir, que el señor de Tamaimo sintiera que era igual de tinerfeño que el de un barrio de Santa Cruz o La Laguna", remarcó segundos antes de enumerar algunos hitos que se anudaron a cuatro años de gestión que se vieron interrumpidos de golpe por "una disparatada e impropia Ley de Aguas que utilizaron en nuestra contra unos meses antes de los comicios de 1987", censuró Segura Clavell.

"Aquel asunto lo usó el Gobierno de Canarias con maldad para hacer daño; para enfrentar a la gente del sector agrario con el Cabildo y esa fue una de las razones por las que perdimos las elecciones", recuerda cuando la opción de que Martín agarrara el bastón de mando aun continuaba en el aire.

Crítico con muchos de los movimientos que ha realizado el PSC-PSOE en momentos cruciales para la política canaria, Segura Clavell no se marcha sin exponer que él y su equipo fueron los responsables de montar el Consorcio Insular de Tributos de Tenerife, el Plan Insular de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento, de la construcción de siete balsas y del trasvase de aguas depuradas desde la capital a la vertiente sur de la Isla. "Entonces obtuvimos 2.500 millones de pesetas a través del Ministerio de Agricultura porque esa problemática generaba un debate de primer nivel: se depuraban 30.000 metros cúbicos de agua diarios y había que gestionar su traslado a aquellos lugares que reclamaban esos recursos hídricos", incide el expresidente insular sin obviar que en 1984 fueron pioneros en este país por el hecho de activar el Plan Insular de Residuos Sólidos. "No deja de ser curioso que ahora que se está hablando tanto de economía circular, nosotros nos adelantáramos en el desarrollo de unas medidas que hoy son claves en el discurso del cambio climático".

Pero Segura Clavell también es consciente de que algunos de los años oscuros del PSC-PSOE estuvieron motivados por divisiones internas. "El partido presentaba al Cabildo a un candidato distinto a las elecciones y faltó continuidad... Los laguneros decimos que el PSOE se descuajaringó durante décadas con errores que no quiero recordar, pero ahora vuelve a ser la referencia de Tenerife. Fueron tiempos muy duros, pero hemos aprendido que hay otra manera de hacer las cosas. Pedro Martín es el que ha venido a tomar el relevo al frente de una institución que debe ser el orgullo de todos los tinerfeños. En ese sentido, es muy saludable que CC abandone después de tantos años de control absoluto", concluyó.