Agua desalada y regenerada para asegurar el suministro agrícola

Los continuos problemas para garantizar el riego para las explotaciones agrícolas de la Isla debido a la insuficiencia del agua de lluvia y de la que procede de las galerías hace que el sector haya tenido que reclamar otro tipo de alternativas para asegurar el suministro a los terrenos productivos de la Isla. De esta manera, los agricultores llevan años demandando infraestructuras que permitan liberar este recurso. Una de ellas son las desaladoras, como las que ya han entrado en funcionamiento en los últimos años en zonas como Granadilla de Abona y Guía de Isora. Con la utilización de estas infraestructuras se busca liberar agua de las galerías gracias a que los ayuntamientos pueden recurrir a este suministro de agua desalada para el consumo municipal. Una fórmula que se ha encontrado con el problema de que muchas corporaciones todavía no han dado el paso de adquirir esta agua desalada y que solo deja a los agricultores la posibilidad de comprarla ellos mismos, asumiendo un encarecimiento importante de los gastos de producción. Otra alternativa es el agua regenerada, que tras ser depurada debe ser sometida a una serie de tratamientos para hacerla apta para el riego. Una fórmula que ya se está poniendo en marcha en algunos puntos de la Isla como Valle de Guerra y en la que el sector está muy esperanzado.

Los embalses de la Isla afrontan la época estival con un nivel de agua que supera el 60% de media. Según los últimos datos aportados por Balten, las balsas repartidas por Tenerife guardan casi tres millones de metros cúbicos de agua, un volumen que parece dar un respiro a los agricultores este verano.

Los niveles registrados este año son muy similares a los del año anterior, cuando también durante esta época las balsas se encontraban al 60% de su capacidad, debido a las lluvias caídas durante la primavera.

Sin embargo, si se analizan los datos del estado de los embalses de manera individualizada se hace notar que los porcentajes varían mucho dependiendo de la zona en la que se encuentren.

En concreto, en la zona Norte los niveles de las balsas que se ubican en esta comarca están algo más bajos que en la misma época del año pasado. De media, estos embalses se encuentran al 57% de su capacidad, mientras que en 2018 estaban al 64%.

Aun así, los niveles que registran algunos de los embalses de esta zona de la Isla son preocupantes, sobre todo si se tienen en cuenta los registros anteriores.

Uno de estos ejemplos es la balsa de La Molina, en Tegueste, que ha recogido un 13% de su capacidad. Otros casos significativos son los de los embalses de La Florida y Buen Paso en Icod de los Vinos. Unas balsas que actualmente se encuentran al 27% y 24%, respectivamente. Unos porcentajes que distan mucho de los que registraron el año pasado, cuando en esta época del año se encontraban al 75% y 49%.

En cuanto a la vertiente sur de la Isla, los embalses de San Isidro, El Saltadero y San Lorenzo se encuentran al 77% de media, debido a los buenos porcentajes de estos dos últimos, ya que el primero apenas contiene el 9% de su capacidad. En estas balsas del Sur, los porcentajes de media están 17 puntos por encima de los que se registraron hace ahora un año.

Por otro lado, los datos de Balten también evidencian que los embalses de Trevejo, en Vilaflor, y Lomo del Balo, en el municipio de Guía de Isora, se encuentran al 56% de su capacidad, mientras que hace 12 meses no superaban el 40%.