El consejero de Ciudadanos (Cs) Enrique Arriaga prepara sin la autorización de la dirección nacional y regional de su partido una moción de censura para arrebatar al nacionalista Carlos Alonso la presidencia del Cabildo. El representante de la formación naranja no descartó en la tarde de ayer que fuera a participar en una operación junto al PSOE y Podemos para convertir al socialista Pedro Martín en presidente.

Arriaga aseguró a El Día que desconocía lo que había ocurrido para que proliferaran los rumores de un acuerdo entre estas tres formaciones para llevar a cabo una moción de censura esta misma semana, pero no descartó que esta fuera a producirse y tan solo se remitió a las declaraciones que realizó durante la mañana -tras conocerse que Coalición Canaria (CC) y el Partido Popular (PP) habían firmado un pacto de gobierno-, en las que comentó que este acuerdo es "una mala noticia para la regeneración democrática".

El representante de Ciudadanos también señaló que su formación había trabajado para impulsar un pacto a tres entre PP, Cs y PSOE y que, según dijo, contaba con el visto bueno de la dirección nacional de Cs. Una fórmula que tras la integración del Partido Popular en la Corporación insular, a través de un acuerdo en el que se compromete a no participar en una moción durante este mandato, ha quedado disipada.

De hecho, Arriaga ya ha participado en negociaciones junto al líder del Partido Socialista, Pedro Martín, para llevar a cabo esta operación. Incluso fue sorprendido por este periódico semanas atrás almorzando con el socialista en un céntrico restaurante de la capital.

El líder del PSOE en el Cabildo insular, Pedro Martín, descartó ayer hacer declaraciones tras conocerse la firma del pacto entre Coalición Canaria y el Partido Popular.

Para Arriaga es "una mala noticia para Tenerife" que el "PP se haya entregado a Coalición Canaria", tal y como afirmó en la mañana de ayer en los micrófonos de Radio Club Tenerife, donde también indicó que su partido se mantendrá en la oposición "todo el tiempo que sea necesario".

También por la mañana y en declaraciones a El Día -tras conocer que tanto el nacionalista Carlos Alonso como el popular Lope Afonso invitaban a Ciudadanos a entrar en el acuerdo de gobierno-, Arriaga afirmó que la formación naranja se mantendría en la oposición, ya que sigue existiendo una línea roja para integrarse en el gobierno, la de no pactar con representantes que estén imputados. Esta es la situación de Lope Afonso, imputado por el conocido como caso Mercadillos, -que ya ha sido juzgado y cuya sentencia puede conocerse en los próximos días-, y también la de su compañera de partido y consejera insular Águeda Fumero, que está siendo investigada en una pieza separada del caso Arona.

Por su parte, la dirección de Ciudadanos reiteró ayer la orden a sus dos representantes en el Cabildo insular de que deben mantenerse en la oposición y no apoyar una moción de censura contra Alonso. La formación envió ayer un comunicado en el que recalcó que la postura del partido respecto a la situación política en el Cabildo de Tenerife continúa siendo la misma, mantenerse en la oposición.

En este comunicado se afirmaba que "en ningún caso, se apoyará una moción de censura en la que se incluya Podemos, ya que es una línea roja del partido". Esta es precisamente la fórmula que se baraja para realizar la operación tras la retirada del PP. Una receta que sería similar a la que realizaron los dos concejales de Cs en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, cuando con su apoyo entregaron la Alcaldía a la socialista Patricia Hernández.

Ciudadanos aseguró a través del comunicado que el partido "se mantendrá por el momento en la oposición", haciendo una oposición responsable y defendiendo los intereses de todos los tinerfeños, ya que "tampoco podemos formar parte de un gobierno en el que hayan cargos públicos investigados".

Los consejeros de Cs siguen siendo determinantes para conformar una mayoría en uno u otro sentido, ya que los dos son imprescindibles para que los socialistas alcancen la presidencia insular a través de una censura, así como para dar estabilidad al recién estrenado gobierno de CC y PP.

Por este motivo, el nacionalista Carlos Alonso y el popular Lope Afonso tendieron la mano a la formación naranja, a la que invitaron a sumarse al acuerdo firmado ayer tras semanas de negociaciones. Un pacto que con los 11 consejeros de nacionalistas y los cuatro del Partido Popular se quedan a uno de la mayoría absoluta y no desvanece de manera definitiva el fantasma de una moción que arrebate la presidencia a los nacionalistas, después de más de dos décadas de Gobierno de CC en la Institución tinerfeña.

Haciendo valer este acuerdo para que Cs pueda sumarse al pacto de gobierno, Alonso afirmó que hay establecida "una estructura de coordinación" para hacer a Cs partícipes de las decisiones del gobierno insular, a la espera de si deciden incorporarse.

Por su parte, Lope Afonso también comentó respecto al impedimento que puede suponer su imputación para la integración de Cs en el acuerdo, que corresponderá a Ciudadanos decidir si su condición ante la justicia es un problema para que se incorporen al Gobierno tinerfeño, una situación que no obstante "se resolverá rápidamente", ya que se espera que la sentencia, -en la que se pide su inhabilitación por un presunto delito de malversación durante su etapa como concejal en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz-, se conozca dentro de poco.