Un total de 300 niños y adolescentes participarán durante los meses de julio y agosto en los campamentos de verano del Cabildo, una iniciativa que cada año tiene mayor demanda. Estar al aire libre durante al menos una semana realizando actividades deportivas acordes con cada edad es una alternativa que entusiasma no solo a los niños, sino también a los padres, que consideran esta opción como una de las más interesantes para sus hijos, teniendo en cuenta la alta aceptación de la propuesta.

En el entorno especial del Campamento de La Esperanza, los participantes en estos programas interiorizan valores como la convivencia, la educación y el respeto al medio ambiente en un marco lúdico en el que también adquiere mucha importancia el trabajo en equipo.

Los seis campamentos que organiza el Cabildo de Tenerife este año están dirigidos a tres grupos de edades: de 8 a 10 años, de 11 a 13 y de 14 a 17 años.

Mientras las actividades para los más pequeños son fundamentalmente del carácter medioambiental y de iniciación a la astronomía y la arqueología, combinadas con un refuerzo idiomático en inglés, el grupo de los mayores se inicia también en otras disciplinas más relacionadas con el desarrollo de habilidades creativas vinculadas a la música, el teatro, audiovisuales o el circo, en consonancia con la estrategia denominada Tenerife 2030 de la corporación insular, que busca fomentar la preparación y el talento de los más jóvenes para que puedan afrontar con éxito los retos de futuro. Estar fuera de casa, realizar actividades al aire libre y convivir con compañeros durante unos días ayuda a reforzar unos valores diferentes a los que se enseñan en el colegio. Es tiempo de relax, de disfrutar, pero también de aprender, de desarrollar habilidades sociales y creativas.

Toda una experiencia

Una de las principales preocupaciones de los padres es saber cuál es la mejor opción para que los hijos disfruten durante las vacaciones escolares. Para algunos, es un periodo ideal para que sus hijos se diviertan y, para otros, lo mejor es que los meses de vacaciones se conviertan en una oportunidad para aprender nuevas habilidades. Y el mejor destino para combinar ambos deseos se llama campamento. Los beneficios son muchos. Desde aprender lecciones de vida o el valor del tiempo de juego hasta valorar el trabajo en equipo, aprender a apreciar la naturaleza y el medio ambiente e incluso el desarrollo de la confianza y de las habilidades de liderazgo.