La dirección nacional del Partido Popular (PP) rechazó ayer que los populares canarios vayan a apoyar una moción de censura contra los nacionalistas en el Cabildo de Tenerife. El secretario general del partido, Teodoro García Egea, resaltó en Madrid que el socio preferente del PP en las Islas "es siempre Coalición Canaria (CC)" y por eso descartó que los populares participen en una operación contra este partido en las instituciones insulares de Tenerife y La Palma.

De esta manera, Egea cortó de raíz las pretensiones de que los populares pudieran aliarse con el Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos (Cs) para presentar una moción de censura que desbanque al nacionalista Carlos Alonso de la presidencia de la Corporación tinerfeña.

Así se lo garantizó ayer también Egea al presidente de Canarias en funciones, Fernando Clavijo, con quien se reunió antes de que comenzara el acto en el Congreso de los Diputados en recuerdo de las víctimas del terrorismo.

Las órdenes de la dirección nacional del partido ya han sido trasladadas a los cuatro consejeros populares que se sientan en el pleno del Cabildo de Tenerife, a través del presidente del PP canario, Asier Antona, quien afirmó ayer que había comunicado a sus compañeros la decisión del máximo órgano de la formación de "no participar ni presentar mociones de censuras", para arrebatar la presidencia insular a Coalición Canaria en Tenerife y La Palma.

Antona manifestó ayer en el programa Buenas Tardes Canarias que la coordinación entre la dirección nacional y regional en la negociación de los acuerdos que deben establecerse en las diferentes instituciones de las Islas "siempre va de la mano" y reiteró que siempre ha acatado las directrices que vengan de los órganos del partido en sus 25 años de trayectoria.

La sombra de una posible moción de censura sobrevuela el Cabildo de Tenerife desde que se conocieron los resultados de las elecciones del pasado 26 de mayo, en las que tanto CC como el PSOE lograron 11 consejeros.

Comenzaron entonces las negociaciones para lograr una mayoría que diera estabilidad al Gobierno insular, sin que al menos por el momento, el nacionalista Carlos Alonso -que tomó posesión el pasado viernes 21 de junio al ser el candidato de la lista más votada-, haya conseguido sumar los apoyos necesarios para descartar que pueda producirse esa operación que le arrebate la presidencia.

Desde el primer momento, Alonso ha manifestado que su intención era llegar a un pacto con el Partido Popular y Ciudadanos para conformar una mayoría de 17 consejeros en el Cabildo. Después de que los contactos quedaran paralizados por las negociaciones que se estaban produciendo a nivel regional, las reuniones con el Partido Popular se reanudaron esta semana.

Sin embargo, por otro lado el candidato socialista a la presidencia insular, Pedro Martín, también ha estado estableciendo contacto con las diferentes fuerzas políticas presentes en el pleno de la Corporación tinerfeña para tratar de sumar una mayoría alternativa que consiga desbancar a Alonso.

Con esta intención se reunió el pasado martes en un céntrico restaurante de la capital con el consejero de Cs Enrique Arriaga, cuando fue sorprendido por este periódico. El líder de Ciudadanos en el Cabildo acudió a esta cita sin informar de manera previa a la dirección nacional y regional de su partido, que un día después reiteró que el comité de pactos de la formación no ha autorizado ninguna moción de censura en la Institución tinerfeña y que los dos consejeros de la formación tienen orden de permanecer en la oposición.

Martín y Arriaga negociaron durante más de dos horas alternativas para desalojar a CC del Gobierno insular, entre las que se incluía la participación del Partido Popular en una posible moción de censura, pero también llevar a cabo una fórmula parecida a la que ya se utilizó en el Ayuntamiento de Santa Cruz, en donde el PSOE y Ciudadanos gobiernan con el apoyo externo de Podemos.

Sin embargo, esta operación podría ser más complicada en el Cabildo tinerfeño al tratarse de una moción de censura, en la que los consejeros de Podemos y Ciudadanos no solo tendrían que votar lo mismo en el pleno, sino firmar un documento conjunto que debe registrarse primero, algo que va en contra de las directrices de la dirección nacional del partido naranja.