Julieta Afonso Ramos paseaba el pasado fin de semana por el entorno de los Roques de García, concretamente por la zona de Los Azulejos, en el parque nacional de Las Cañadas del Teide. Lo que vio la dejó estupefacta: los restos de una peculiar parrilla en un lugar muy cercano al del último conato de incendio en un entorno que es patrimonio natural de los canarios y de toda la humanidad.

Han sido dos incendios de pequeñas dimensiones en un sólo mes, el segundo a pocos metros de donde Julieta encontró este lamentable panorama. Lo ha publicado en su facebook particular -el lunes pasado, día 24 de junio, festividad San Juan- y, además, lo etiquetó incorporando las dos fotografías que ilustran estas líneas -con un símbolo, el Llano de Ucanca de fondo- en el hastag de la campaña Pasa sin huella de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello que denuncia estos atentados.

Una parrilla de aluminio con brasas y cenizas perimetrada por un muro de piedra. Los restos que demuestran que todo estaba preparado para esa incalificable barbacoa que, probablemente, tuvo lugar la noche del domingo al lunes, coincidiendo con la tradicional llegada del solsticio de verano.

Jaime Coello, miembro de la Fundación Telesforo Bravo valora esta parrillada: "Hay que empezar a pensar en qué modelo de gestión se quiere desarrollar para este entorno a proteger y que tal haya demasiadas personas que transitan por Las Cañadas del Teide. Un porcentaje de ellas no va a disfrutar de los valores recogidos para que sea patrimonio natural de la humanidad con el aval de la Unesco sino a otras cosas. Ya es hora de fomentar e implantar allí una vigilancia ambiental de verdad y efectiva".