El Cabildo de Tenerife acoge hoy el acto de la toma de posesión del presidente insular. Carlos Alonso (CC) renovará su cargo tras haber sido el candidato de la lista más votada en las pasadas elecciones del 26 de mayo, pero sin haber logrado la mayoría suficiente para dar estabilidad al Gobierno insular. El nacionalista ha abogado desde que se conocieron los resultados de los comicios por tratar de llegar a un acuerdo con el Partido Popular, con Lope Afonso al frente, y sumar a este acuerdo a los dos consejeros de Ciudadanos, que le otorgarían la mayoría absoluta en el pleno.

La intención de Alonso era poder conformar este pacto antes de la sesión de investidura que se celebra hoy, algo que hasta el cierre de esta edición no había sido posible.

Los nacionalistas esperaban que las negociaciones que se estaban produciendo a nivel regional -con CC tratando de acordar un Gobierno que incluyera al PP, Cs y ASG-, arrastraran un pacto similar en el Cabildo tinerfeño. Una idea que acabó de esfumarse ayer, después de que se anunciase que el PSOE, Podemos, Nueva Canarias y la Agrupación Socialista Gomera habían llegado a un acuerdo para que el socialista Ángel Víctor Torres presidiera el Gobierno de Canarias.

Los números que dejaron los pasados comicios en la Institución insular pusieron sobre la mesa varios escenarios para la gobernabilidad de la Isla. A pesar de que Alonso fue el candidato más votado y sumó a 11 consejeros en el pleno, necesita de al menos otras dos fuerzas para lograr la mayoría.

En los últimos días, sus esfuerzos se han centrado en cerrar un pacto con el Partido Popular, con los que ya existía un acuerdo programático e incluso se había comenzado a hablar de reparto de áreas. Aunque CC también había celebrado reuniones con Cs, las negociaciones no estaban tan avanzadas y han estado marcadas por la desconfianza, sobre todo después de lo ocurrido durante la toma de posesión en el Ayuntamiento de Santa Cruz, donde los dos ediles de la formación naranja, contraviniendo las órdenes de su partido, dieron su apoyo a la socialista Patricia Hernández, que se convirtió en alcaldesa.

Aunque las negociaciones continuarán después de la toma de posesión, no haber podido cerrar un pacto para dar estabilidad al Gobierno insular deja a Alonso vulnerable ante una posible moción de censura. Los números lo permiten, ya que el PSOE de Pedro Martín igualó a CC en número de consejeros. Los socialistas podrían repetir la fórmula utilizada en Santa Cruz, integrando a Cs en un Gobierno apoyado por Podemos, aunque la moción también prosperaría con el apoyo de los cuatro consejeros del PP y los dos representantes de la formación naranja.

De hecho, se han llevado a cabo y se siguen produciendo reuniones con el objetivo de llegar a un acuerdo que permita apartar a CC de la presidencia insular después de 32 años de gobierno de los nacionalistas en la Institución tinerfeña. Un movimiento que de consumarse terminaría de desbancar a CC de sus principales bastiones políticos en la Isla.