El área insular de Carreteras y Paisaje invertirá más de 11 millones de euros en actuaciones de mejora del paisaje vinculado a las vías de la Isla. Unos fondos que se distribuirán a lo largo de 2019 y también en 2020 y 2021 y que se destinarán a la rehabilitación de calzadas en desuso, la renovación o adecuación de miradores, la mejora de senderos y otro tipo actuaciones en espacios que son percibidos desde las diferentes carreteras que recorren Tenerife.

En concreto, a lo largo de este año se destinarán algo más de seis millones de euros a estos trabajos, que a su vez se repartirán en tres líneas de actuación. La primera de ellas, es la que intervendrá en la mejora de los espacios aledaños a las carreteras, actuaciones en las que se invertirán 2,3 millones de euros para adecentar por ejemplo los márgenes de vías en Granadilla, El Rosario o Santa Cruz de Tenerife, eliminar especies vegetales invasoras o para la creación de zonas ajardinadas en varios puntos de la red viaria.

Una segunda línea de actuación, con un presupuesto de 98.000 euros, se centrará en la mejora paisajística de espacios turísticos asociados a las carreteras, donde se incluyen los trabajos para rehabilitar o crear miradores en Vilaflor, Fasnia o San Juan de la Rambla, entre otros.

Y una tercera línea de actuación con 3,6 millones de euros es la que trabaja en la conservación y mejora de las zonas verdes que se encuentren en el entorno de las vías insulares.

Para el próximo año, el área destinará 2,9 millones de euros en cuatro líneas de actuación, ya que a las tres anteriores se añaden algunas actuaciones en el ámbito urbano. Para 2021, el área tiene previsto invertir otros 2,9 millones de euros, que vuelven a repartirse entre las mismas líneas de actuación.

Estas inversiones forman parte desde 2016 del Programa de Mejora del Paisaje, una iniciativa que se incluye dentro del Marco Estratégico Plurianual de Actuaciones para el Desarrollo de Tenerife.

El objetivo general de este programa es tratar de integrar de forma coherente el viario en el medio tinerfeño, a través de la mejora de los espacios degradados que se encuentran en el entorno de las carreteras, la conservación de las zonas verdes que mejoran la calidad visual de estas infraestructuras lineales y la dotación de puntos de observación para el conocimiento e interpretación del paisaje.

Para ello, las actuaciones tiene en cuenta varias variables como el remodelado del relieve del medio físico para garantizar la funcionalidad de todos los elementos como los taludes o la selección de especies vegetales teniendo en cuenta su localización para que minimice deslumbramientos, oculte impactos visuales y proteja los suelos de la erosión. Además, las intervenciones deberán tratar de minimizar los costes ambientales y económicos de conservación.