El incendio iniciado el pasado miércoles por la tarde en el Parque Nacional del Teide fue controlado en la jornada de ayer, después de casi dos días de lucha contra las llamas y las condiciones climatológicas por parte de las Brigadas Forestales (Brifor) del Cabildo, con la fundamental colaboración de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y helicópteros. Las horas decisivas de ese esfuerzo transcurrieron durante la primera noche y la madrugada del jueves, es decir, cuando el fuego alcanzó una mayor capacidad de extensión y la respuesta de los efectivos tuvo más eficacia. Así lo explica Eva Padrón, ingeniera de Montes y técnico de Incendios de las Brifor, que relata cómo fue el trabajo de sus compañeros y el suyo durante jornadas de gran preocupación, ante el miedo a que se extendiera y alcanzara el pinar.

Primer día muy complicado

Padrón aclara que el primer día la intervención resultó muy complicada, ante la fuerza alcanzada por el viento, que supuso que hubiese dos flancos avanzando en dirección opuesta desde la Cañada de los Guancheros, uno hacia el paraje conocido como La Fortaleza y el otro hacia el pinar de San Juan de la Rambla.

Esta técnico de Incendios señaló que la coordinación y sinergia entre la UME y las Brifor "fue muy buena". Según esta profesional de las Brigadas Forestales, el fuego se quedó a unos 200 metros de la zona de pinos. Y resalta que dicha circunstancia es muy importante, ya que, de lo contrario, ahora "estaríamos hablando de unos daños medioambientales y de una superficie quemada considerablemente mayor". Desde ese punto de vista, Padrón resalta que "estamos muy contentos" de que no hubiera afección al pinar.

Y tal bloqueo de las llamas se logró antes de las 2:40 horas de la madrugada del jueves, cuando se determinó que el incendio se hallaba estabilizado. La técnico del Cabildo tinerfeño recuerda que la dirección del operativo de extinción ha estado a cargo de las Brigadas Forestales y que en la primera noche el mismo estuvo bajo la responsabilidad de su compañero Bernabé Gutiérrez. En ese momento, el trabajo se hizo por tierra con herramientas manuales, como azadas y hachas. Los componentes de la Unidad Militar de Emergencias y la Brifor atacaron el fuego por el flanco derecho. Y el lado opuesto, el izquierdo (el más peligroso, por su dirección hacia los pinos) se cubrió con operarios de Brifor.

Eva Padrón apunta que, en la jornada del jueves, el objetivo fue refrescar con mucha agua la tierra de las proximidades del pinar. Hasta mediodía "todo estuvo tranquilo". Pero, a partir de las 17:00 horas, la situación cambió y hubo hasta cuatro reactivaciones del incendio en un espacio que ya había sido arrasado por el fuego.

La ingeniera de Montes atribuye esta circunstancia, por una parte, a las fuertes rachas de viento y a la baja humedad relativa, que llegó a ser del 13 por ciento. No obstante, comenta que la retama "tiene un gran poder calorífico" y ese factor también contribuyó a las mencionadas "reproducciones" de las llamas. Por ese motivo fue necesario, incluso, que un helicóptero vertiera agua en el enclave afectado. Además, en el lugar se desplegaron cuatro camiones autobombas y hubo extensión de mangueras para que el fuego no se saliera del perímetro.

En la jornada de ayer, con la reducción de la fuerza del viento y la disminución del potencial de reproducción, las autoridades locales consideraron oportuno declarar controlada la emergencia. Con esa valoración, el esfuerzo de los profesionales de las Brigadas Forestales se centró ayer en el trabajo de mantenimiento y refresco del suelo.

Retirada del personal

Hasta mediodía, en el área había 23 integrantes de este recurso del Cabildo de Tenerife, correspondientes a dos brigadas de siete personas cada una, conductores, un técnico y un agente, según Eva Padrón. A medida que pasen las horas y no haya riesgo de reactivación, este personal se irá retirando poco a poco.

En los próximos días, un equipo de investigación de las Brigadas Forestales acudirá a la Cañada de los Guancheros para realizar un estudio e intentar saber cómo empezó el fuego entre los denominados senderos 22 y 23 del Parque Nacional. Eva Padrón no se decanta ahora por una causa concreta y recuerda que un fuego puede iniciarse por muchos motivos.