Hace 350 años que la Ruta del Hermano Pedro, el santo tinerfeño, es utilizada por pastores para trasladar a los rebaños desde la cumbre a la costa. Alrededor de 1.500 personas dieron esos mismos pasos, según la organización y el operativo de seguridad, durante la XIV edición de la Ruta del Hermano Pedro.

La iniciativa, organizada por los ayuntamientos de Granadilla de Abona y Vilaflor de Chasna, con la colaboración de los consistorios de San Miguel de Abona y Arico, hace 14 años que une a esta parte de la Isla en torno a un símbolo que aúna historia, cultura, patrimonio, paisaje y espiritualidad.

A las 7:00 de la mañana, tras la misa, el alcalde de Granadilla de Abona, José Domingo Regalado, y la concejala de Cultura y Patrimonio de Vilaflor, Montserrat González, dirigieron unas palabras de bienvenida a los participantes, animándoles a disfrutar de la ruta con precaución y respetando el entorno. El plan de autoprotección y seguridad, compuesto por más de medio centenar de personas y que registró algunas caídas y lipotimias durante el trayecto, contó con un hospital de campaña, tres ambulancias, un vehículo rápido, una veintena de policías locales de Granadilla, Vilaflor y San Miguel de Abona, y una veintena de voluntarios de Protección Civil de San Miguel y Tamadaya, todo ello coordinado por los técnicos de Protección Civil y Seguridad de Granadilla.

Como novedades, la recreación de la trashumancia en Charco del Pino, por parte de un grupo de vecinos de este núcleo, y que la ruta está sujeta a un expediente de Bien de Interés Cultural por el cabildo de Tenerife, a instancia del Parlamento de Canarias.