El sistema de taxi compartido que el Cabildo de Tenerife quiere poner en marcha en la Isla conectará aquellas zonas de los municipios con menor densidad de población con los centros de las localidades o paradas de referencia, en las que después los usuarios podrán coger la guagua para continuar el trayecto si lo necesitan. Serán los propios residentes los que tendrán que demandar este servicio con antelación y estos no podrán abonarse con dinero en efectivo, sino utilizando alguno de los bonos de transporte que existen en la actualidad.

El presidente de la Institución tinerfeña, Carlos Alonso, comenta que esta medida pretende "aumentar la capilaridad del transporte público en la Isla" y se fundamenta en la experiencia piloto que está funcionando en Los Realejos desde hace años.

El mandatario insular explica que la intención es lograr que en las zonas medias y altas de la Isla, que tienen menos habitantes y donde es más difícil dar un servicio público de transporte con una oferta y horario que garanticen su eficacia, puedan contar con este servicio alternativo y no recurran al vehículo privado.

Alonso quiso explicar que la intención no es que "el taxi canibalice su propio negocio", ya que, al tratarse de una iniciativa que estará subvencionada por el Cabildo -que sufragará un máximo de 1,5 euros por trayecto y usuario-, "el taxi tradicional corre el riesgo de morir" al ser este sistema más barato. Alonso señala que esto es lo que ha ocurrido por ejemplo en Candelaria, que lanzó una iniciativa similar con "unas rutas tan amplias que ya nadie cogía un taxi en el municipio".

Por eso, se han establecido medidas para evitar que pueda producirse esta situación. La primera de ellas es la petición del servicio con antelación por parte del usuario, para que los taxistas puedan saber el número de servicios que tendrán durante el día. La segunda es el acuerdo de unas rutas que estarán establecidas por los ayuntamientos y de las que no podrán salirse los taxistas.

En el mismo sentido se explicó el director insular de Movilidad y Fomento, Miguel Becerra, quien expuso que la intención no es que el taxi recoja a un usuario en su casa y lo lleve al destino que quiera, sino que "les acerque al centro o a la parada de referencia". De esta manera, se buscará que estas líneas de taxi "complementen a las guaguas allí donde ahora no llegan".

Serán también los propios ayuntamientos los que determinarán el número de vehículos que prestarán este servicio cada día y cómo se organizará, algo que dependerá de la demanda y del número de rutas que existan en cada uno de los municipios. Becerra apuntó también que la intención de la Institución insular es que se incorporen a este sistema sobre todo taxis de entre siete y nueve plazas, que también puedan facilitar el transporte de personas con movilidad reducida.

Todos los vehículos que lleven a cabo estas rutas deberán tener un datáfono en el que poder cancelar los bonos de los usuarios y también contabilizar el número de personas que utilizan este servicio. Unos datos que el Cabildo utilizará para abonar el pago de 1,5 euros por cada trayecto y usuario, además de detallar el número de personas que utilizan este servicio en cada una de las rutas que se propongan, para de esta manera analizar el funcionamiento de esta iniciativa.

Una vez que los usuarios lleguen a las paradas de guagua de referencia se permitirá el intercambio, es decir, que lo que haya pagado por el trayecto en taxi se le restará del precio que tenga que abonar por el nuevo trayecto.

Según la iniciativa que quiere poner en marcha el Cabildo tinerfeño, además de la subvención que pondrá sobre la mesa la Institución insular, los propios ayuntamientos compensarán con una cantidad diaria a los taxistas que lleven a cabo esta actividad. Serán los consistorios los que determinen también la cantidad que deberán pagar los usuarios que utilicen este servicio.

El presidente insular apuntó que espera que este servicio pueda ponerse en marcha de manera inminente en algunos municipios, como Tacoronte que ya tiene el trámite para implantarlo muy avanzado. "Nuestra intención es que pueda iniciarse cuanto antes", señala, para lo que el Cabildo tinerfeño ha preparado un convenio marco al que podrán adherirse los ayuntamientos que así lo consideren.