Erosión en los caminos, aumento de las escorrentías y degradación de espacios naturales. Esto es lo que la Fundación Telesforo Bravo asegura que ocasiona el paso continuado de ciclistas y otros vehículos a motor por los senderos que se ubican en la corona forestal de la Isla. Unas actividades que están prohibidas por la normativa.

El director de la fundación, Juan Coello, explica que a pesar de que el Plan Rector de Uso y Gestión de este parque natural lo impide, muchos amantes de este deporte utilizan estos caminos para practicarlo, como puede comprobarse a través de las fotografías de los senderistas que habitualmente utilizan estos caminos.

La Fundación se ha hecho eco a través de sus redes sociales del deterioro que sufre, por ejemplo, el sendero tradicional que une Chivisaya con Ortigosa, en Arafo. Una actividad que ha dejado "el camino destrozado", ya que además "se han dedicado a construir rampas y dibujar señales en las rocas". Sin embargo, el presidente de este colectivo reconoce que se trata de una situación que se repite en diferentes puntos de la Isla. "También hemos recibido aviso de que se están produciendo daños en el volcán de Arafo o en el entorno del Paisaje Lunar en Vilaflor", explica.

Por eso, han pedido al Cabildo una actuación urgente en el sendero de Chivisaya-Ortigosa, para evitar que se siga deteriorando, y que refuerce las inspecciones.

La Fundación añade que esta actividad está prohibida por el Plan Insular de Ordenación de Tenerife y la Ley de Patrimonio Natural y la Biodiversidad. En estos textos se incluye que está prohibida "la circulación de vehículos de motor y bicicletas por senderos o campo a través así como fuera de pistas y carreteras", salvo en las explotaciones agrícolas o de que estos desplazamientos se realicen por motivos de conservación o gestión.