Masca vive feliz con el barranco cerrado. Los vecinos de este remoto caserío de Buenavista del Norte han ganado calidad de vida desde que a finales de febrero de 2018 el ayuntamiento decidió cerrar el acceso a un sendero cada vez más inseguro, proclive a accidentes y abonado a continuos y arriesgados rescates aéreos. El presidente de la Asociación de Vecinos Barranco de Masca, Riquelme Díaz, destaca que el cierre ha reducido la afluencia de vehículos y el colapso de tráfico, y los vecinos han ganado en tranquilidad: "Al menos ahora la gente que llega hasta aquí viene a conocer el caserío, y nos estamos ahorrando disgustos porque ya no es necesaria la presencia continua de bomberos, helicópteros y rescatadores".

Resulta evidente que el cierre del barranco ha generado pérdidas a empresas de turismo activo que ofertaban la excursión de Masca y la salida por el embarcadero como una de las rutas más atractivas de Tenerife. Sin embargo, en el caserío disfrutan de una tranquilidad recuperada y, por ello, piden a las administraciones implicadas que el sendero no se reabra sin ordenar y limitar el acceso a la zona y el estacionamiento de vehículos.

"La obra del barranco es muy respetuosa y consideramos que está quedando bastante bien, ya que han actuado en zonas que antes eran de alto riesgo, lo que obligaba a intervenir porque los accidentes se producían prácticamente cada semana", recuerda Díaz.

Este colectivo vecinal aplaude la propuesta del estudio de carga de limitar a unas 300 personas diarias el acceso al barranco, "así como controlar la llegada en coche al caserío mediante la creación de aparcamientos en Santiago del Teide y Buenavista del Norte, que estarán conectados con Masca a través de guaguas".

Riquelme Díaz considera que "la visita estridente debe regularse, así como el continuo paso de guaguas que suponen un auténtico riesgo. Queremos que lleguen turistas, pero de una forma ordenada para que se pueda disfrutar de Masca en armonía con el entorno".

"Ahora mismo el barranco está cerrado y Masca vive feliz", sentencia Díaz, quien añade que ahora no hay problemas de aparcamiento, congestión de tráfico ni rescates continuos. Ha mejorado nuestra calidad de vida".

La consejera de Gestión del Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Isabel García (PSOE), reconoce que Masca sufría el problema de los vehículos que "dejaban estacionados allí todo el día la gente que quería bajar el barranco. Y eso producía una evidente sobrecarga".

"Las personas que quieran bajar el barranco podrán llegar allí mediante un transporte público, después de dejar sus vehículos particulares en Santiago del Teide o Buenavista del Norte. Harán su excursión tranquilamente y la guagua los llevará de nuevo a la zona donde están sus coches. Es un modelo que se aplica ya en Punta de Teno y que al principio generó mucha polémica pero está funcionando muy bien", señala.

"Así garantizaremos la conservación del lugar y facilitaremos las visitas al caserío", detalló García.

El área de Medio Ambiente ultima las obras en el barranco, que, según García, quieren "dejar bien rematadas" y "consensuadas con la asociación vecinal".

"Cuando finalicemos las obras -explica-, en el trayecto habrá tres puestos de vigilancia para que los senderistas bajen de manera segura, ya que es uno de los sitios donde se producían más accidentes".