El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha dicho este martes que no ve "manos negras" en el retraso del cierre del anillo insular, cuya adjudicación del tramo El Tanque-Santiago del Teide se ha paralizado por la presentación de una oferta con baja temeraria.

En una rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, ha comentado que el retraso viene motivado por cuestiones propias de la licitación, "como sucede en otras ocasiones", y de hecho, en concursos públicos "es normal que se presenten ofertas bajas".

Según Alonso, "no se puede preveer" que una empresa presente una oferta baja o recurra, pues está en su derecho, y ante esta situación, ha pedido a la Consejería de Obras Públicas que "agilice" todos los trámites que marca la ley para que la empresa justifique por qué presentó una oferta tan baja --casi 100 millones menos que el presupuesto de licitación--.

El presidente tinerfeño ha dicho también que mantiene una "presión constante" sobre la Consejería para que se ejecuten obras en la isla, y de hecho, está "empeñado" en que se licite proyecto y obra de manera conjunta con el tercer carril de la TF-1.

Además, entiende que el proyecto se revisó el año pasado por lo que los precios deben ser "adecuados", de ahí que no vea ningún ánimo de "fastidiar a Tenerife", porque en el Cabildo, por ejemplo, también se presentan situaciones de este tipo.

En su opinión, se trata de un retraso de algunas semanas, algo insignificante cuando se ha esperado "tanto tiempo" debido a los recortes del PP y la tardanza del Estado para firmar el nuevo convenio de carreteras.

Con todo, ha apuntado que "lo importante" es que se "comprometa gasto" antes de las elecciones para que Tenerife se beneficie del nuevo convenio, pues tanto el cierre del anillo insular como el tercer carril de la TF-1 suponen una inversión conjunta de unos 500 millones de euros.

"Lo relevante es no perder el tren del convenio de carreteras", ha agregado.