Las 12 viviendas de Bajo la Cuesta que se encuentran en las 14 parcelas emplazadas bajo la parte del talud propiedad de Endesa volverán a ser habitadas a partir de la semana próxima. El gobierno municipal de Candelaria estaba ayer a la espera de disponer del informe jurídico preceptivo para elaborar el decreto que autorizará a los vecinos el retorno a sus casas de esta zona del barrio costero.

El anuncio lo realizó ayer el concejal de Urbanismo, Fernando Alduán, quien explicó que la obra correspondiente a la ejecución y la conservación de los trabajos de estabilización y protección del talud, localizadas en dominio público marítimo-terrestre y dentro del tramo propiedad de Endesa, fueron recepcionadas por el ayuntamiento constatándose la ausencia de peligro.

En la docena de viviendas emplazadas en esta franja residían entre 16 y 19 personas, que son las que podrán retornar a sus hogares a lo largo de la semana próxima, según espera el edil candelariero, quien se mostró optimista al respecto, salvo imponderables de última hora.

El concejal de Urbanismo defiende que el gobierno municipal ha cumplido con el trabajo que debía desarrollar superando dificultades. Fernando Alduán admite que ha sido un proceso largo y señala que la medida se adopta "una vez han desparecido los peligros", esperando que con la vuelta a sus hogares de este grupo de vecinos se reconsideren algunas opiniones.

Ya ayer circulaba entre los vecinos de Bajo la Cuesta la información relativa a la vuelta a sus casas de una parte de ellos. Este es un hecho que había sido puesto en duda hasta ahora ante la negativa de una técnica municipal a informar sobre el resultado de la obra realizada, teniendo en cuenta que para autorizar el retorno el gobierno local reclamaba un informe técnico que asegurara la ausencia de peligro para la población afectada.

Fernando Alduán reconoce que el problema actual se ciñe sobre el resto del talud de Bajo la Cuesta, situado sobre la zona de mayor aglomeración de viviendas y de población. La empresa propietaria de esa superficie del acantilado, Dani Ran, no se hace cargo de los trabajos de estabilización ni el ayuntamiento solicitará la concesión del espacio de dominio público incluido en esa propiedad porque no puede repercutir el coste de la obra necesaria, cifrado en más de 1,2 millones de euros.

"Esta parte tiene una solución difícil", aseguró el concejal de Urbanismo, por lo que un grupo importante de la población de Bajo la Cuesta continuará defendiendo su derecho a retornar a sus viviendas protagonizando la protesta diaria ante la Casa Consistorial, permaneciendo en el campamento levantado a escasos metros del barrio y adoptando las medidas legales a las que hubiere lugar.

27 de octubre de 2016

Eran las nueve de la mañana del 27 de octubre de 2016 cuando los vecinos de Bajo la Cuesta-Risco Las Tablas fueron desalojados del medio centenar de inmuebles que forman este barrio. La causa fue el peligro potencial de desprendimiento desde el acantilado que constaba en informes técnicos de los que disponía el Ayuntamiento de Candelaria. La primera ocasión en la que se intentó el desalojo fue en enero de 2010, sin éxito. La partida de los vecinos aquel día tendría una duración estimada de tres meses. Sin embargo, ya se han cumplido 18. Del conflicto inicial por las ayudas para el realojo -ceñidas solo a aquellas familias sobre las que el consistorio tenía constancia de que su única vivienda está en Bajo la Cuesta- se ha pasado al anuncio del retorno parcial a las casas la semana próxima. En medio, "mucha polémica", mucha crítica al gobierno local y "ninguna ayuda" de las administraciones supramunicipales, aspecto este reconocido ayer por el concejal de Urbanismo. De esa ayuda depende mucho el futuro de los que no volverán.