La parroquia de Añaza en Santa Cruz de Tenerife ha hecho un llamamiento para que se donen paquetes de leche, enlatados y aceite con destino a las familias más vulnerables del citado barrio pues, "desgraciadamente, la situación sigue siendo muy dura", dijo l sacerdote José Hernández.

En Añaza se atiende a más de cien familias a la semana, que reciben alimentos de primera necesidad y para ello la parroquia colabora con Cáritas, el Banco de Alimentos y empresas privadas, pero hay gran dificultad en conseguir otros alimentos que tienen fecha de caducidad más próxima y son más costosos, añadió Hernández.

Entre ellos se encuentran las conservas, la leche y el aceite y por este motivo la parroquia realiza campañas "puntuales" para poder aumentar el reparto de este tipo de alimentos, ya que "lo que más resiste" en el almacén son las reservas de granos y galletas que, por su larga duración, pueden "aguantar bien la temporalidad".

La demanda "es muy alta", precisa José Hernández, pues aunque incluso en la parroquia se gestiona un huerto ecológico, el suministro "no es suficiente".

En el "día a día" no se perciben las cifras macroeconómicas y la realidad "sigue siendo muy dura, pues no hay empleo y las ayudas se acaban", y todo esto afecta "a la gente más castigada".

Explica que la "política" de la parroquia de Añaza no es la de "dar una bolsita" sino la de "dignificar e integrar" a las personas en situación más vulnerable en procesos formativos, de tal manera que hay una contraprestación: quienes reciben alimentos acuden a talleres formativos.

"Hay demanda" para estos talleres, continúa el párroco, porque la gente "necesita comer", pero también porque son conscientes de que cuanto más formados y preparados estén más oportunidades tendrán de encontrar "una solución, una alternativa".

La parroquia pide a quien quiera colaborar con esta demanda que lleve un paquete de leche a su sede en horario de tarde.