Michel Albert Huygens fue un empresario belga que en 1963 empezó a construir Ten-Bel (Tenerife-Bélgica). En la década de los 80 del siglo pasado (su etapa de esplendor) contó con 5.200 camas turísticas distribuidas en Alborada, Drago, Géminis, Maravillas, Bella Vista, Frontera, Primavera y Eureka. Son nombres que forman parte de la memoria del turismo local, regional , nacional, de ingleses, alemanes, franceses, holandeses, escandinavos y belgas. Ten-Bel albergó el primer centro comercial del Sur de la Isla.

De ese esplendor no queda nada. Hoy, Ten-Bel es sinónimo de abandono, de jardines que no parece que lo sean, de calles con socavones, de bancos que lo fueron, de aceras que se adivinan, de vallas por doquier... El deterioro alcanza niveles impensables para lo que fue Ten-Bel, para quienes recuerdan que aquél complejo turístico era el no va más para el descanso y la diversión.

Hoy este lugar está reconvertido, en gran parte, en apartamentos. Los turistas ya son pocos en lo que queda de Ten-Bel destinado a esa actividad.

La Ballena es un nombre relacionado con el esplendor del lugar. Una piscina que llenaba el mar y una sala, La Noche Latina, fueron durante varias décadas culmen de las vacaciones perfectas.

La población de Ten-Bel padece el deterioro, sufre el abandono y no sabe cómo van a superar los muchos años que llevan ya en esa situación. Hubo un tiempo en el que fue el propio vecindario el que se hizo cargo de llevar a cabo las tareas del mantenimiento y limpieza de este complejo. Hasta donde podían, claro.

Pasear hoy por Ten-Bel es una odisea. Marcado por su historia, este lugar en Costa del Silencio trata de recuperar un poco del bienestar del que disfrutó hasta el cambio de la explotación. Fue entonces cuando comenzó el abandono de las zonas verdes, cuando se procedió a la venta de apartamentos, cuando todo se deshizo.

Quienes hoy viven allí siguen reclamando atención, mejoras y actuaciones públicas urgentes para hacer de Ten-Bel un lugar para disfrutar.

Nombre y situación

Emplazado en la costa de Arona, junto a Las Galletas, Ten-Bel toma su nombre de la combinación de Tenerife y Bélgica, tal y como decidió su creador y promotor, el belga Michel Albert Huygens. Hoy este espacio también ha derivado a la denominación Costa del Silencio, tal y como aparece en las promociones turísticas. Se encuentra a unos 19 kilómetros del caso urbano y centro administrativo del municipio de Arona, al que pertenece.

Población

Unas 7.000 personas aparecen censadas como los residentes en Costa del Silencio. Ahí, Ten-Bel tiene un peso específico importante, si bien su población es notablemente inferior en la actualidad respecto a 2010.

Reseña histórica

Fue en 1963 cuando comenzó la construcción de este complejo. El primero de ellos fue el llamado Carabela, que daría paso a Eureka, Bellavista, Géminis, Drago, Frontera, Primavera, Maravilla y Alborada.

Servicios

La localidad está formada por urbanizaciones residenciales y de tipo turístico. En sus 80.000 metros cuadrados cuenta con centros comerciales, varios parques públicos, instalaciones deportivas, farmacia, gasolinera, oficina de Correos, entidades bancarias, comercios, bares y restaurantes.

Cómo llegar

A Ten-Bel o Costa del Silencio se llega a través de diversas conexiones. Desde la autopista del Sur se puede enlazar desde el enlace de Las Chafiras (San Miguel de Abona) y la carretera de Guargacho (bien a través de Las Galletas o por el "atajo" de la zona industrial) y desde el enlace por Guaza, también vía Las Galletas.

La imagen de un edifico cuya construcción está inconclusa, con un entorno árido y junto a una de las áreas que presentan uno de los mejores aspectos que se encuentra el visitante en la zona viene a reflejar la situación de Ten-Bel. El lugar requiere una inversión muy importante solo para corregir sus muchas deficiencias. La población del lugar lo reclama insistentemente.

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