Cuando en 2003 Yuri Herrera se presentó con Trabajos del reino, quedó claro que uno de los sitiales de la literatura latinoamericana llevaría su nombre. Señales que precederán al fin del mundo (2009) y La transmigración de los cuerpos (2013) confirmaron que no era autor de un solo disparo. Los lectores españoles han podido comprobarlo gracias a Periférica, que ahora añade otro eslabón a tan preciosa cadena: la colección de relatos de ciencia-ficción Diez planetas, nacida del otro piano de Herrera (1970), el menos conocido de cuentista. Si un núcleo de la poética del multitraducido mexicano es que la literatura sirve para, desplazando el punto de vista, atender a aspectos de la realidad que rehúyen el primer plano, este despliegue de anticipación filosófica es la mejor plasmación de la maestría de Herrera al convertir en obras sus postulados.