El jurado declara culpable al acusado de asesinar a su abuela en Jinámar: "Vivía en un mundo ficticio ajeno a la realidad"

El jurado popular ha dictaminado que Enrique José R. C., conocido como Kike el Peluquero, asesinó de múltiples puñaladas a su abuela Gertrudis M. M. y golpeó con fuerza a su padre en la vivienda familiar que compartían en el Valle de Jinámar (Telde) el 19 de abril de 2022. No ha habido sorpresas en la lectura del veredicto, que tuvo lugar en la tarde de este miércoles, ya que quedaron probados todos los hechos que admitían tanto el fiscal como la acusación particular y la defensa, incluida la eximente completa de enajenación mental por la que piden que cumpla su pena en un centro penitenciario psiquiátrico.

Quedó demostrado que el acusado presentaba un "estado de psicosis" que le afectó tan gravemente que anuló sus capacidades para comprender lo que estaba pasando a su alrededor y mantener el control de sus actos, llevándole a actuar "en un mundo ficticio ajeno a la realidad". El asesino, que reconoció todos los hechos, se encontraba esa tarde bajo un estado "delirante e imaginario" que le llevó a percibir voces y olores que no estaban ahí.

El jurado determinó que sobre las 13.45 horas del día de los hechos los tres se encontraban en el domicilio común de la calle Lomo Las Brujas y el encausado, bajo los efectos de las alucinaciones, utilizó el yeso de escayola con el que tenía revestida una de sus manos para asestar a su padre varios golpes en el rostro que le ocasionaron un "menoscabo físico importante". La víctima logró huir al cabo de cinco minutos.

Múltiples cortes

Acto seguido, continúa el veredicto, se dirigió a la cocina en la que se encontraba su abuela paterna, agarró un cuchillo y unas tijeras y "comenzó a asestarle, de manera desmedida, múltiples puñaladas y cortes, a la par que le propinaba diferentes golpes, lo que provocó, después de un importante y desmedido sufrimiento, la muerte de la agredida".

A la vista de los hechos considerados probados por el jurado popular, el fiscal César Casorrán solicitó una pena de tres años y seis meses de internamiento en un centro penitenciario psiquiátrico o, en su lugar, en un módulo especializado de una prisión ordinaria por un delito de lesiones y otros 20 años más por el delito de asesinato. Tanto la acusación particular de la familia, que ejerce la letrada Nuria Romano, como la defensa del abogado Cristian Suárez se adhirieron a lo solicitado por el Ministerio Público.

La Fiscalía, la familia y la defensa piden de forma conjunta una pena de 23 años y medio de internamiento

Las médicos forenses que examinaron al acusado trataron de explicar a lo largo del juicio los motivos que pudieron desencadenar el repentino brote violento, que le llevó a actuar como el personaje de un videojuego. Entre esas posibles causas se encuentra la reyerta en la que estuvo involucrado dos días antes de los hechos por un asunto de tráfico de drogas. En ella recibió un disparo en la mano izquierda con una escopeta de caza que frustró en cuestión de segundos sus sueños de abrir un local y montar su propia peluquería.

El magistrado portavoz, Pedro Herrera, adelantó que emitirá esta semana la sentencia correspondiente.