La madre de Romina tras la confesión de su asesino: "Seguro que le pesa el corazón por la culpa"

"Me duele esperar cuatro años y cinco meses para poder escuchar que él la mató", asegura Miriam Rodríguez tras la primera sesión del juicio con jurado celebrada este viernes

Declaraciones de la madre de Romina Celeste.

Declaraciones de la madre de Romina Celeste. / E. D.

La madre de Romina Celeste Núñez Rodríguez, la joven paraguaya asesinada en la madrugada de Año Nuevo de 2019 por su pareja -que confesó este viernes los hechos en la primera sesión del juicio celebrado en su contra ante el tribunal del jurado-, afirmó tras conocer esa declaración que a Raúl D. C. "seguro que le pesa el corazón por la culpa" y que por ello terminó admitiendo lo que pasó. La mujer indicó que, pese a que siente "algo de paz" por conocer, por fin, que no fue un suicidio como le hizo creer el que fuera su yerno, su hija "está muerte y no va a volver".

Miriam Rodríguez ofreció una rueda de prensa tras la primera sesión del juicio celebrada en la Audiencia Provincial de Las Palmas en la que estuvo acompañada por el equipo de abogados que la representa como acusación particular, Emilia Zaballos y Francisco Jiménez. En ella lamentó que lo único que tenga de su hija sea un pulmón, el cual no dudará en llevarse consigo a su casa en Paraguay.

Y es que el único resto mortal que ha aparecido hasta ahora desde la muerte de Romina Celeste ha sido uno de sus pulmones. Fue el 5 de enero de 2019 cuando una persona que trabajaba en la playa de Las Cucharas, en Costa Teguise (la misma localidad lanzaroteña en la que residían Romina y su marido) halló el trozo de pulmón, pero como aún entonces ni siquiera se había denunciado la desaparición de Romina, pensó que correspondía a un animal y lo depositó en un contenedor.

"Cuatro años y cinco meses para poder escuchar que la mató"

Por otro lado, la señora Rodríguez afirmó que le dolió no tener noticias de su hija desde el 31 de diciembre de 2018, fecha en la que Romina Celeste la llamó por última vez, y también el hecho de "esperar cuatro años y cinco meses para poder escuchar que él la mató". A diferencia de lo que ha admitido este viernes en el juicio, Raúl había negado en reiteradas ocasiones que hubiera matado a su esposa y alegado que la encontró fallecida en el domicilio que ambos compartían.

Una historia que en ningún momento tragó su madre: "Nunca creí que mi hija se suicidara, ella era alegre, feliz... Ahora, por fin, llegamos al final, fue él quien la mató". "A lo mejor, con este reconocimiento de los hechos, mi hija por fin podrá descansar en paz, pero nosotros como familia no podremos hacerlo jamás porque siempre nos va a faltar su llamada", concluyó.