La Fiscalía retira el cargo de homicidio a los patrones de un cayuco llegado a La Gomera con un fallecido

El Ministerio Público mantiene la petición de 7 años por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y un año y ochos meses por seis de lesiones por imprudencia

Imagen de archivo de una patera en aguas canarias.

Imagen de archivo de una patera en aguas canarias. / E. D.

La Fiscalía ha retirado el cargo de homicidio imprudente por el que pedía siete años de cárcel para cada uno de los cuatro acusados de ser los patronos de un cayuco que llegó en diciembre de 2021 a La Gomera y en el que se encontró el cuerpo de un fallecido.

Según los testigos, nadie sabe cómo sobrevino la muerte, ni siquiera se enteraron del fallecimiento hasta llegar al puerto.

El Ministerio Público mantiene la petición de 7 años por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y un total de un año y ochos meses por 6 de lesiones por imprudencia.

Las defensas solicitan la libre absolución dado que no se ha podido identificar de forma clara y fehaciente a los acusados como responsables de dirigir la embarcación.

En el juicio, celebrado este lunes en la sección sexta de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife, agentes policiales han declarado como testigos y han señalado que lo que más les llamó la atención fueron las grandes dimensiones de la embarcación, con capacidad para hasta 80 pasajeros, pero de los cuales llegaron al puerto 20, contando el fallecido.

Recordaron que normalmente los ocupantes permanecen en naves en condiciones de hacinamiento por lo que sospecharon que quizá hubo más muertes durante el trayecto.

Condiciones de insalubridad

Lo que sí es común al resto de viajes son las condiciones de insalubridad, falta de medidas de seguridad, luces de posición, medios para resguardarse del sol, la lluvia o el frío, aunque sí se encontró suficiente combustible para los dos motores que impulsaron el barco y el mínimo de comida y bebida.

La declaración de los acusados de nacionalidad senegalesa fue coincidente.

Negaron ser patronos ni repartirse las tareas de dar de comer y beber a los viajeros, llevar el GPS, dar órdenes o dirigir el barco.

Todos ellos pagaron el equivalente a unos 400 euros, que entregaron a un hombre llamado Mamadou, que reside en Mauritania, desde donde partieron el 28 de noviembre para ser rescatados en los alrededores de La Gomera el 9 de diciembre.

No conocían a nadie ni quiénes eran los que ejercían de patronos. No declararon cuando llegaron a tierra firme ni el juzgado porque se los aconsejó su abogado.

Todos ellos, junto con el resto de viajeros nacidos en Malí, coincidieron en que pasaron miedo, frío y la mayoría de ellos no sabían nadar.

Intentaron ratificar su inocencia al señalar que en su país de origen tenían otros oficios y que jamás se habían hecho cargo de ninguna embarcación, ni tenían conocimientos náuticos.

Identificación

Sólo una testigo pudo identificar a los acusados como patrones. De resto, fue técnicamente imposible hacerlo a través de videoconferencia y así ratificar lo que el resto ya habían hecho por medio de fotografías.

También esta testigo fue la única en indicar que uno de los acusados llevaba "un gran teléfono" que parece corresponderse a un GPS.

Todos coincidieron en que el barco partió con una veintena de pasajeros y no hubo más fallecimientos pero tampoco sabían cómo había muerto el hombre cuyo cadáver fue rescatado, y negaron que hubiesen recibido órdenes o malos tratos por parte de nadie.

El agente encargado de las investigaciones recordó que todos ellos llegaron con lesiones y una gran debilidad, hasta el punto de que uno tuvo que ser trasladado en helicóptero a Tenerife y los demás fueron ingresados en La Gomera.

Sin embargo, las condiciones en las que realizaron el viaje "no es de las peores que he visto; el barco no estaba muy sucio y tenía capacidad para ser ocupada por hasta ochenta personas".

Nunca pudieron identificar al fallecido y descartan que se ahogara en el propio barco dado que apenas había un charco de agua en el que estaban sus pies.

Muerte por ahogamiento

El médico forense dijo que la muerte tuvo su origen en un ahogamiento con agua de mar y su origen no fue violento.

Los agentes encontraron el cadáver con una pierna atada con una soga y estaba sentado.

Las principales consecuencias para la salud y que sustentarían los delitos de lesiones fueron deshidrataciones, hipotermia severa, fallo renal, hepatopatía y uno de ellos llegó a ser trasladado en helicóptero al Hospital Universitario de Canarias, dada su gravedad.

Por su parte, los cuatro acusados permanecen en prisión provisional desde el 9 de diciembre desde 2021.