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Doble asesinato de Adeje | Veredicto

Thomas Handrick es declarado culpable de los asesinatos de su exmujer y su hijo mayor

El Jurado adoptó la resolución por unanimidad

El acusado, Thomas Handrick

El Tribunal del Jurado en el juicio por el asesinato de una mujer y su hijo mayor en la zona alta de Adeje el 23 de abril del 2019 declaró este viernes que el acusado, Thomas Handrick, es culpable de matar a las víctimas y de intentar acabar con la vida de su hijo menor, Jonas. La resolución se adoptó por unanimidad.

Los integrantes del Tribunal Popular declaró probado por unanimidad que el citado ciudadano alemán cometió un delito de asesinato sobre su expareja, Sylvia, con alevosía (no tuvo posibilidad de defenderse) y la agravante de parentesco (en la medida en que fue su esposa y madre de sus hijos). El Jurado también declaró probado que Handrick perpetró sobre su hijo Jakob un segundo delito de asesinato con alevosía y ensañamiento (le causó un dolor innecesario) con la agravante de parentesco (era su hijo), así como un tercer delito de tentativa de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco sobre su hijo menor, Jonas.

Según los miembros del citado Tribunal, quedó suficientemente probado que Thomas estuvo en el interior de la cueva y acabó con la vida de Sylvia, a la que atacó con una piedra de grandes dimensiones.Y después se halló ropa del individuo en el interior de una bolsa dentro de un contenedor de basura situado a pocos metros de su casa, en el casco urbano de Adeje. Además, aclararon que no se aportaron pruebas acerca de que el acusado, durante su relación matrimonial y en el periodo en que vivieron separados, maltratara a la víctima por su condición de mujer.

También consideraron las personas que conformaron el Tribunal Popular que no quedó demostrado que el implicado sufriera un episodio de trastorno mental transitorio en el momento de los hechos. Dos especialistas alemanas en farmacología expresaron durante el juicio que dicho comportamiento extremadamente violento de Thomas era compatible con su situación de estrés, cansancio y tras la toma de diferentes medicamentos que tenía prescritos. Sin embargo, especialistas de Toxicología de Madrid aclararon que esa circunstancia resulta "remota" y, de ser cierta, hubiera requerido un ingreso hospitalario, incluso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

También argumentaron que el menor asesinado, Jakob, fue el segundo en morir y, por lo tanto, sufrió mucho desde el punto de vista psicológico, en la medida en que había visto cómo su padre había acabado con la vida de su madre tras golpearla muy fuerte con una piedra de gran tamaño y de ocho kilos y medio de peso.

Las citadas motivaciones del Jurado también sirvieron para argumentar la culpabilidad de Handrick. Además, consideraron probado que actuó de forma planificada para actuar contra la vida de la exmujer y sus dos hijos, pues, entre otras cosas, los llevó por un sendero largo, de gran dureza y peligroso, a pesar de que las víctimas estaban cansadas y no querían seguir. Así lo expuso el niño superviviente.

Y, después, en base a la extrañeza que mostraron los policías locales de Adeje y los investigadores de la Guardia Civil que estuvieron con Handrick, en ningún momento mostró preocupación alguna por la localización de Sylvia, Jakob o Jonas, ni siquiera llamó a los servicios de emergencia. Y, una vez que le dijeron que Jonas estaba en la Comisaría de la Policía Local, en ningún momento solicitó verlo ni hablar con él, sino que se descalzó, se acostó en un banco y se puso las manos detrás de la cabeza.

Respecto a Jonas, los miembros del Jurado también aprecian que Handrick pensó que no sobreviviría en un entorno duro y difícil para el pequeño. Pero no contó con que el niño siguió una pista asfaltada hacia La Quinta y después hacia Las Moraditas, donde fue localizado por un hombre y una mujer, hermanos, que lo recogieron y buscaron a alguien que tradujera sus palabras para intentar hallar su casa y su familia.

Ante las manifestaciones del Tribunal Popular, el fiscal delegado contra la Violencia de Género, José Luis Sánchez-Jáuregui, solicitó para el acusado 25 años de cárcel y 10 más de libertad vigilada por el asesinato con alevosía de la mujer; prisión permanente revisable por el asesinato con alevosía y ensañamiento de Jakob, más 10 años de libertad vigilada, así como 25 años de privación de libertad y 10 más de libertad vigilada por la tentativa de asesinato a Jonas.

Sánchez-Jáuregui también reclama para Handrick que indemnice al menor superviviente con 300.000 euros y a los padres de Sylvia con otros 200.000, en concepto de responsabilidad civil. Y que, en los diez años posteriores al cumplimiento de la pena, no pueda acercarse a menos de 500 metros de Jonas.

El abogado de la acusación particular, en nombre de la Oficina de Atención al Menor de Alemania, reclama para Thomas 25 años de cárcel por la muerte violenta de Sylvia, otros 25 por el asesinato de Jakob y 15 más por la tentativa de asesinato sobre Jonas. Además, demanda que el pequeño sea indemnizado con 910.000 euros por los daños morales causados y la privación de la patria potestad..

Respecto a la letrada de la acusación popular, ejercida por el Instituto Canario de Igualdad, pide 25 años de cárcel por el crimen de Sylvia, prisión permanente revisable por el de Jakob, así como otros 20 por la tentativa de asesinato sobre Jonas; además de retirarle la patria potestad del pequeño.

El abogado de la defensa se mostró "no conforme" con el veredicto del Jurado.

El veredicto del Tribunal de Jurado se produce después de un juicio que se ha prolongado dos semanas y que ha contado con algunas sesiones muy largas. Una de ellas fue la que se desarrolló el pasado martes, 1 de febrero, que se prolongó hasta las nueve y media de la noche, después de que la sesión de tarde se destinara a que las partes (la Fiscalía, la Oficina de Atención al Menor de Alemania, el Instituto Canario de Igualdad del Gobierno canario y el abogado defensor) expusieran sus conclusiones finales.

Durante el último turno de palabra concedido por el magistrado Fernando Paredes al acusado, Thomas Handrick afirmó que está muy arrepentido de lo que ocurrió, que no sabía lo que hacía en el momento en que presuntamente mató a su exesposa y su hijo mayor, que no era él y que desea que la sociedad le perdone por lo que hizo. Sin embargo, el citado ciudadano alemán no hizo referencia en ningún momento a la mujer con la que compartió parte de su vida, ni a Jakob ni tampoco a Jonas, que sigue vivo.

Durante todo el juicio, el abogado defensor y el propio acusado defendieron que, en el momento de los hechos, sufrió un trastorno mental transitorio, por un supuesto trastorno esquizoide de la personalidad, debido a la mezcla de diferentes medicamentos que consumía, como antidepresivos y otros para calmar sus dolores de espalda crónicos, entre los que figuraba la morfina.

Es decir, que en el momento de atacar con golpes y una piedra de grandes dimensiones a su expareja y su hijo mayor no era consciente de lo que hacía y que, además, según aseguró durante su declaración, el primer ataque lo recibió él de su exmujer, que supuestamente lo hirió con una piedra, entre ambos forcejearon, ella lo tiró al suelo y comenzó a darle patadas. Después, según afirmó Handrick ante los miembros del Jurado, él se levantó y comenzó a recibir pedradas, que él devolvió.

Sin embargo, el niño superviviente afirmó en una declaración preconstituida (con todas las garantías legales) pocas horas después del suceso que fue su padre quien atacó a su madre y previamente dijo que habían discutido y él la había agredido.

Además, psiquiatras forenses del Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife descartaron que Thomas Handrick sufra trastorno mental transitorio (o trastorno esquizoide de la personalidad, como manifestó un perito propuesto por la defensa).

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