Golpe a los robos al descuido, el gran 'virus' silencioso del turismo en Tenerife

Los ladrones profesionales detenidos actúan en el Parque Nacional del Teide, varios miradores o establecimientos comerciales

Cae una red de carteristas en Tenerife

El Día

Santa Cruz de Tenerife

Los carteristas se han convertido desde hace mucho tiempo, más de dos décadas, en un virus que, de forma silenciosa, ataca a miles de turistas cada año.

La imagen del destino sufre un deterioro importante con este tipo de delincuencia. Por eso tiene tanta importancia la operación Danubio desarrollada por la Guardia Civilen los últimos siete meses en algunos de los principales enclaves turísticos de Tenerife, como el Parque Nacional del Teide, varios miradores o establecimientos comerciales. Han sido detenidos 80 de estos ladrones

Después de que algunos empresarios y alcaldes, como el de Santiago del Teide, Emilio Navarro, hayan pedido, una y otra vez, acciones contundentes, el pasado otoño autoridades judiciales y la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife reclamaron medidas eficaces contra este fenómeno delictivo, a raíz, sobre todo, de las sustracciones a cruceristas que llegan a la capital tinerfeña.

Y la demanda tuvo en esta ocasión una respuesta acorde a la gravedad del asunto en la demarcación de la Guardia Civil. En ocasiones, al perjuicio generado por el robo en sí, hay que añadir que los turistas deben esperar varias horas para sentarse ante un agente y denunciar. 

Cómo actúan algunos carteristas

En unos casos, estos ladrones siguen a viandantes en paseos o tiendas, les abren sus bolsos o mochilas y se llevan carteras o efectos de valor.

En otros, esperan en un mirador, como el de Masca o en varios de El Teide, por ejemplo. Los turistas llegan y, admirados por el paisaje, se bajan de sus vehículos y dejan estos abiertos. Esa es la oportunidad de los delincuentes para llevarse su botín. También roban, una y otra vez, en tiendas de bebidas alcohólicas y tabaco.

Agentes de varias unidades y especialidades de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife culminaron una compleja operación contra una red que operaba en la Isla.

Como todos los dispositivos contra los delitos de hurtos protagonizados por ciudadanos rumanos, de otras nacionalidades y canarios, éste también se denominó Danubio. 

Temporada alta

Comenzó, como cada ejercicio, el pasado noviembre. Ese mes no es una mera casualidad. Coincide con el inicio de la temporada alta de turismo en el Archipiélago.

Los carteristas vinculados a grupos organizados también llegan en otoño a las principales islas turísticas de Canarias, una vez que la afluencia de visitantes a los grandes destinos de la Península y de las Islas Baleares decae de manera considerable. Así lo revelan los datos de las denuncias y la experiencia de los cuerpos de seguridad del Estado.

En las estadísticas ofrecidas de forma periódica por el Ministerio del Interior y la Fiscalía se observa que los casos de hurtos (o robos al descuido) son, con mucha diferencia, los delitos más numerosos que se detectan en toda la Comunidad Autónoma. Y aunque las personas arrestadas proceden de diferentes países, muchas de ellas son de Rumanía.

El perfil de muchos delincuentes

Se trata de hombres y mujeres que, para los ojos no entrenados de agentes y ciudadanos, pueden pasar por unos turistas más. Se desplazan en coches de alquiler por toda la Isla si hace falta, y se alojan en apartamentos apropiados para pasar desapercibidos, residir durante el invierno y la primavera, así como para guardar la mercancía robada. 

Integrantes de distintas unidades y especialidades del Instituto Armado trabajaron de forma conjunta en labores de vigilancia, análisis de patrones delictivos y seguimiento a los sospechosos.

La red estaba perfectamente organizada y los carteristas actuaban en grupos coordinados, según explica el cuerpo de seguridad en una nota.

Los delincuentes tenían funciones bien diferenciadas, pues unos se dedicaban a la sustracción de los objetos, otros se encargaban de distraer a las víctimas y el resto tenía encomendado el traslado de las pertenencias sustraídas a lugares seguros. 

Muchos de los detenidos acumulan decenas de antecedentes por hurtos menores, lo que les permite eludir penas de prisión, al tratarse de delitos considerados leves.

Identidades falsas

Durante el desarrollo de la operación, los guardias civiles lograron recuperar teléfonos móviles, carteras con documentación, relojes de alta gama y dinero en efectivo.

Además, los investigadores pudieron intervenir documentación falsa y se ha detectado la utilización de identidades múltiples por parte de algunos de los sospechosos para evitar su localización por las fuerzas de seguridad.

La buena coordinación entre las distintas unidades territoriales y especializadas supuso un importante debilitamiento de una red que generaba gran inseguridad en zonas frecuentadas por un elevado número de personas, tanto residentes como turistas, según el cuerpo de seguridad.

Las diligencias instruidas por los guardias civiles fueron remitidas a diferentes juzgados de Instrucción de varias comarcas de Tenerife.

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