Crimen organizado: Así actúan las mafias georgianas que roban oro en casas de Tenerife

Grupos de ladrones profesionales llevan más de una década cometiendo sustracciones de joyas en viviendas de toda la Península. Ahora también han puesto sus ojos en la Isla. Son discretos y rápidos.

Un georgiano detenido en Tenerife

Un georgiano detenido en Tenerife / El Día

Santa Cruz de Tenerife

Grupos criminales de ciudadanos georgianos en España especializados en el robo de oro en casas ya han puesto sus ojos en Tenerife. Estas mafias buscan viviendas de personas de nivel económico medio-alto. Actúan con la mayor discreción posible.

La Guardia Civil interceptó, a finales de mayo, a tres varones cuando querían pasar el filtro de seguridad para embarcar en un vuelo hacia la Península en el aeropuerto Tenerife Norte.

Los individuos no se imaginaban que agentes de la Sección Fiscal les fueran a parar antes de salir de la Isla. Sorprendieron a dos de ellos cuando llevaban sobre su abdomen, oculta, una bolsa cada uno con multitud de piezas de oro. En total, un kilo y medio. No pudieron demostrar que las hubieran comprado.

Se pusieron nerviosos y en constante alerta, sin coherencia en las respuestas a las preguntas que les hacían. El tercer arrestado fue localizado en el mismo punto de la terminal.

Les seguían el rastro

¿Quién los seguía? Los guardias civiles comprobaron que la Policía Nacional tenía abierta una investigación por una oleada de robos de oro en la capital tinerfeña. Por ese motivo, los guardias civiles entregaron a los tres detenidos al otro cuerpo de seguridad. Un cuarto integrante de la banda consiguió escapar y está en busca y captura.

¿Por qué les interesa el oro? Algunas piezas que sustraen tienen un valor equivalente al de un salario de un mes en su país. En unos casos pueden intentar sacar las alhajas del país para fundir el oro. Pero en otros las venden a peristas (personas que adquieren efectos procedentes de robos).

Algunas de las joyas sustraídas en Santa Cruz de Tenerife

Algunas de las joyas sustraídas en Santa Cruz de Tenerife / El Día

¿Qué perfil de edad? Utilizan a hombres de mediana edad, generalmente, de entre 35 y 45 años. Es decir, individuos que no son ni demasiado jóvenes ni excesivamente maduros. En el caso de los atrapados en Tenerife tienen 42 y 43 años.

¿En qué zonas actuaron? Las joyas fueron robadas en casas próximas al Puente Zurita y la calle Pintor Ribera, en los alrededores del Parque La Granja, así como en las calles General Serrano y Ramón y Cajal, todas en el centro de Santa Cruz. Pero las fuerzas de seguridad no descartan que también actuaran en otros enclaves de la capital tinerfeña, como Residencial Anaga o en la calle 25 de julio, por ejemplo.

¿Cuánto llevaban en la Isla? Los tres hombres fueron arrestados a finales del pasado mes de mayo. Sin embargo, según algunas fuentes, a finales de abril la Policía Nacional ya tenía constancia de numerosos robos cuyo procedimiento de actuación coincidía plenamente con el llevado a cabo por estos grupos de ladrones profesionales.

Escurridizos

Se trata de bandas itinerantes, que no permanecen mucho tiempo en el mismo sitio, sino que llegan a un lugar, roban durante varios días y se marchan a otro enclave.

Dicha pauta dificulta la labor policial para atraparlos. Esto los diferencia de las mafias rumanas especializadas en los hurtos en zonas turísticas, que llevan actuando muchos años en Tenerife y que suelen ser más estacionales, pues permanecen en la Isla desde octubre hasta abril.

Según algunas investigaciones, los citados delincuentes llegan a España con un visado de turistas por un periodo de tres meses. Y en ese tiempo deben cometer el mayor número de robos posible en diversas ciudades del país.

¿Cómo se desplazan? Utilizan coches alquilados a nombre de otras personas. Tales vehículos son usados para llegar y huir del lugar en el que delinquen. En otras ocasiones, circulan en turismos con las matrículas dobladas (manipuladas para evitar multas o la identificación del automóvil o sus ocupantes). También se mueven en taxis o servicios como VTC o Uber, por ejemplo.

En apartamentos o habitaciones realquiladas

¿Dónde se hospedan? Se alojan en apartamentos turísticos o viviendas vacacionales que reservan por internet o en plataformas como Booking o Airbnb, que cada vez proliferan más por las ciudades españolas y canarias.

Pero los policías también han detectado que, a veces, duermen en barrios obreros, en habitaciones realquiladas.

¿Qué documentos llevan? Los miembros de algunos de estos grupos usan pasaportes falsos. Y, en el caso de que lleven su documentación original, se trata de individuos que no tienen antecedentes policiales o penales.

También existen casos en los que, tras ser apresados y fichados por las fuerzas de seguridad, son reemplazados por otros delincuentes de su misma procedencia que no sean conocidos o buscados por los agentes.

¿Cómo se alerta a los vecinos? En algunas ciudades de la Península, cuando llegan periodos vacacionales, como verano, Navidad o Semana Santa, por ejemplo, la Policía Nacional reparte carteles por los buzones de los portales para que los ciudadanos extremen sus precauciones.

¿Qué trucos aplican? Los vecinos deben asegurarse de que en la puerta de su casa no han colocado los llamados testigos en el marco. Si el testigo no cae en un día, se aseguran de que la vivienda se halla deshabitada. Puede ser de silicona, plástico transparente o palillos, por ejemplo.

Métodos para entrar

¿Cómo entran? Pueden usar diversos métodos para acceder a los domicilios previamente seleccionados, como las ganzúas, las llaves maestras, el denominado bumping (se mete una llave especial a la que se le van dando golpes con un martillo hasta que todos los pistones saltan), así como el resbalón (con una tarjeta o un trozo de radiografía que se mete entre el pestillo y el marco de la puerta).

¿Cómo se reparten las tareas? Dos delincuentes marcan y entran en la casa; otro se queda por fuera del edificio para vigilar si llega la Policía, mientras un cuarto, si lo hay, espera en un coche. Testimonio de un afectado La llamada al timbre requiere menos tiempo para saber si hay alguien en la vivienda.

Testimonio de un vecino

Un vecino de Residencial Anaga, Miguel (nombre ficticio), sufrió un intento de robo por parte presuntamente de dos georgianos el pasado 25 de abril. Media hora después de salir de su piso un operario de una compañía telefónica, dos hombres llamaron directamente al timbre de su puerta.

Es decir, habían pasado ya una primera puerta exterior y el portal, sin que él les hubiera abierto. El más alto esperó a que le abrieran en una posición en que sólo se le veía la mitad de su cuerpo y de su cara. Pasados los minutos, de un ángulo muerto salió otro varón. Y ambos empezaron a hablar en su propio idioma.

El primero, vestido con una camiseta y unos pantalones cortos vaqueros, llegó a mirar por la mirilla hacia el interior, cuando el morador lo hacía hacia el exterior. Al final, el dueño del piso se escondió en un cuarto para llamar a la Policía Local y a la Nacional.

Ninguno de los cuerpos de seguridad envió patrullas, pues no había ocurrido aún delito alguno. Los delincuentes no llegaron a entrar y se marcharon. El citado residente acudió más tarde a presentar denuncia en la Comisaría de Distrito Sur de la capital tinerfeña.

Tracking Pixel Contents