Violencia descontrolada obliga a suspender un partido de ascenso en Canarias

Una noche que debía ser de celebración deportiva terminó convertida en un episodio de violencia y caos que ha encendido todas las alarmas en el fútbol regional de Canarias. El partido de ascenso a Primera Regional entre la U.D. Añaza B y el C.D. Machuka, disputado en el Campo María José Pérez, fue suspendido en el minuto 12 por graves altercados en la grada que obligaron a una intervención policial con uso de arma de fuego.

El encuentro, que arrancó a las 21:00 horas del viernes 6 de junio, se desarrollaba con ventaja para el Añaza B (1-0). Sin embargo, lejos de centrarse en lo deportivo, el protagonismo pasó rápidamente a las gradas, donde un sector de la afición reaccionó con agresividad a algunas decisiones arbitrales.

En apenas minutos, los insultos se convirtieron en amenazas, lanzamiento de objetos y finalmente en una invasión del terreno de juego por parte de seguidores enfurecidos, provocando una situación insostenible para el árbitro y los jugadores.

Escolta policial al árbitro tras amenazas y agresiones

El colegiado, objeto de graves insultos e intimidaciones, fue escoltado por la Policía Nacional que tuvo que actuar rápidamente para garantizar su integridad física. La tensión en el campo era máxima, y la presencia policial no bastó para frenar una situación que seguía escalando.

Los agentes, en un intento de controlar a los aficionados exaltados que habían saltado al césped y ponían en peligro la seguridad de los presentes, procedieron a realizar una intervención activa que incluyó un disparo al aire, presumiblemente como medida disuasoria.

Uno de los vídeos que circulan en redes sociales muestra con claridad el momento exacto en el que se escucha el estruendo de un disparo, proveniente de un arma reglamentaria. Aunque no se reportaron heridos por el mismo, la escena generó pánico inmediato entre los asistentes, que comenzaron a evacuar el recinto de forma desordenada y entre gritos.