Juicio por asesinato en Tenerife: informes contradictorios sobre la imputabilidad del acusado por el crimen de Guaza

Forenses del IML de Gran Canaria consideran que planificó el crimen, mientras que los peritos de la defensa se basan en la enfermedad mental

Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife

Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife / El Día

Santa Cruz de Tenerife

La cuarta jornada del juicio con jurado por el asesinato de una vecina en Arona (Tenerife) en enero de 2022 se centró en debatir varios informes periciales sobre la posibilidad de que el acusado pueda ser imputado por este delito o si su supuesta esquizofrenia hace que no pueda ser considerado responsable penalmente.

Por un lado, está el elaborado por dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Gran Canaria solicitado por la Audiencia Provincial, donde se celebra la vista, que se posicionan a favor de que el procesado fue consciente de lo que hacía, pudo haberlo evitado y actuó con premeditación.

Esta conclusión la basan en aspectos como que en el momento en el que ocurrió el crimen el joven no había sido diagnosticado de dolencia psíquica alguna ni recibía tratamiento.

Crimen planificado

Para estas profesionales el acusado planificó el crimen y prueba de ello sería que sabía por donde escapar de su casa y entrar en la de la asesinada, se había vestido de la forma apropiada para cometer el delito, llevando incluso dos pares de calcetines sobre los zapatos para no hacer ruido y luego se deshizo del arma y los guantes.

De hecho, los investigadores buscaron por los alrededores y en la casa del acusado en dos ocasiones y nunca lograron encontrarlos, lo que demostraría que en aquel momento era consciente y sabía como deshacerse de los mismos.

Sobre el hecho de que en el pecho del acusado hubiese la marca de quemadura de una cruz con unos cuernos demoníacos es explicado por estas profesionales como un hecho "extravagante", tampoco descartan que el hombre sufra episodios de brotes psíquicos ocasionales, pero no tan graves como para cometer un asesinato.

Sobre la medicación prescrita a partir de su detención los peritos del Juzgado indican que alguna de las pastillas recetadas únicamente sirven para calmar al paciente.

Enfermedad mental

Los tres peritos aportados por la defensa, una de ellas también de un Instituto de Medicina Legal, van en sentido contrario y creen que hay pruebas de sobra de que actuó bajo los efectos de esta enfermedad mental y que los medicamentos que toma tras el suceso sólo se aplican para este tipo de dolencias.

Los profesionales de la defensa elaboraron sus informes poco después del asesinato en 2022, otro en 2023 y uno más en 2025, con lo que lo que el letrado considera que son más concluyentes y abarcan un período mayor de tiempo, mientras que el del Juzgado se llevó a cabo hace un año y tan sólo se basó en una conversación.

Además, la defensa apunta que no son especialistas en este tipo de enfermedades, por lo que la cree que aunque los suyos son de parte y supuestamente menos objetivos han sido elaborados por profesionales de prestigio.

En la jornada anterior un psicólogo que analizó al joven poco después de lo ocurrido también declaró que puede haber sido víctima de brotes psicóticos y que existen elementos que llevarían a esta conclusión como la marca que se hizo en el pecho porque, según decía, estaba "podrido por dentro".

El expsiquiatra de la prisión del Salto del Negro, a donde fue trasladado por motivos de seguridad y que conversó con él pocos meses después, también sostiene la misma conclusión.

Sin embargo, desde la acusación se redunda en que el hecho de que se llegue a celebrar la vista ya es indicativo de que el hombre puede ser imputado. 

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