Un preso de Tenerife II exculpa a su pareja de llevarle droga a la cárcel y afirma que ya la tenía

El procesado asegura que optó por llevarla desde su celda porque los vigilantes siempre la estaban revisando y sus compañeros se lo podrían robar

Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife

Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

Un preso de Tenerife II ha negado este martes que su compañera, a la que se acusa de un delito contra la salud pública por supuestamente introducir la droga en la cárcel, le hubiera llevado a la prisión 29 gramos de cocaína con una pureza del 86 por ciento, y un valor de 1.700 euros, aprovechando un vis a vis que tuvo lugar el 18 de febrero del año pasado.

El procesado ha dicho durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que en realidad se trataba de hachís y que optó por traerlo desde su celda porque los vigilantes siempre la estaban revisando y sus compañeros se lo podrían robar.

Cuando acabó el encuentro los vigilantes le anunciaron que iba a ser examinado en el hospital y entonces a voluntad propia confesó que llevaba la droga en su interior y la entregó a un policía.

La Fiscalía atribuye a la compañera haber introducido la sustancia en la cárcel, dado que es la única explicación lógica a lo ocurrido, por lo que el Ministerio Público solicita cinco años de cárcel y el pago de 3.500 euros a cada uno.

Por su parte, la defensa pide la absolución para ambos pero en caso de que se condene al hombre que se tengan en cuenta los atenuantes de adicción a las drogas y haber entregado la sustancia a voluntad propia.

El aún interno declaró durante la vista que tuvo lugar hoy en la Audiencia Provincial tinerfeña que es adicto de las drogas y sobretodo de la cocaína tanto en polvo como crack, desde que tenía 20 años pero especialmente a partir de los treinta y negó de forma rotunda que se dedique a su venta en la cárcel.

La mujer ha relatado que siempre ha tenido problemas con su pareja por este consumo y ha dicho que aquel día como siempre pasó por el arco metálico antes del vis a vis y no hubo ningún problema.

Los policías han explicado que no se controla a todas las personas que participan en estos encuentros, a no ser que exista alguna sospecha o se haya recibido información confidencial.

La responsable del laboratorio ha admitido que se produjo una confusión y que aunque cuando llegó la sustancia intervenida aparecía identificada como hachís, después pudieron comprobar que se trataba de cocaína.

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