Los forenses atribuyen la muerte de una bebé en Fuerteventura al zarandeo y no a drogas

Los peritos indican que la cocaína pudo ser ingerida por contaminación cruzada al preparar un biberón, si se fumó crack en la habitación o por ingesta

El acusado Juan Francisco L. S. en el segundo día de juicio por la muerte de su hija.

El acusado Juan Francisco L. S. en el segundo día de juicio por la muerte de su hija. / Andrés Cruz

Las Palmas de Gran Canaria

La bebé que falleció el 29 de abril de 2023 en Fuerteventura murió por una hemorragia craneal y un edema pulmonar provocados por un fuerte zarandeo, pero no por el consumo de drogas, según los médicos forenses y los peritos de toxicología.

Así lo han relatado en la segunda sesión del juicio con Jurado que se sigue en la Audiencia de Las Palmas contra el padre, Juan Francisco L.S. y la madre, Brenda J.R.B., los dos médicos que practicaron su autopsia.

Hemorragia severa

Según su testimonio, padeció "una hemorragia severa incompatible con la vida" por el síndrome del 'niño zarandeado', lo cual es compatible en un bebé de tres meses sin que aparezcan signos de violencia, como ha sido el caso.

Y es que, como han explicado, para que el cerebro choque con el cráneo y provoque la hemorragia severa que presentaba la menor tuvo que ser un zarandeo con "intensidad".

La menor debió morir dos o tres horas antes de llegar al centro de salud

La niña pasó un "cierto periodo de supervivencia en el que tuvo que padecer", porque se estaba asfixiando, han señalado los forenses. Además, uno de ellos -que la vio en el centro de salud sobre las 23:45 horas- ha precisado que debió morir dos o tres horas antes, sin que hubiera pasado mucho tiempo hasta que llegó al centro de salud, al que la llevó su padre ya fallecida, según afirmó también el médico que la atendió.

Alcohol y cocaína

En cuanto al alcohol y la cocaína que se detectó en la bebé han expuesto que cuando la sangre se descompone genera etanol y a ello obedece su presencia, a pesar de que la fiscal del caso, Carmen Julia González, sostiene que se los suministró el acusado esa noche para tratar de calmarla porque no dejaba de llorar.

Por su parte, los peritos que llevaron a cabo el informe toxicológico han señalado que la cocaína llevaba en el cuerpo de la niña más de 10 o 12 horas, y han apuntado a que pudo ser ingerida por contaminación cruzada a la hora de preparar un biberón; tanto por inhalación si se fumó crack en una habitación cerrada o por ingesta voluntaria.

No se le cambiaba el pañal

Así mismo, los dos forenses han señalado que la dermatitis "severísima" que presentaba la bebé se debe a que no se le cambiaba el pañal y por ello "cada vez que hacía pipi veía las estrellas y tenía episodios de llanto".

Los dos facultativos han informado de que apreciaron "signos de deficiencia de higiene corporal muy grandes" en todo el cuerpo de la bebé, que también evidenciaba que "pasaba muchas horas en la misma postura", aunque la pequeña tenía un desarrollo normal para su edad, han indicado los forenses y la especialista del laboratorio de histopatología.

El médico de urgencias que atendió a la niña en el centro de salud de Puerto del Rosario ha testificado también en esta jornada y ha relatado que el acusado llegó con el bebé en brazos e irrumpió en su consulta esa noche "muy alterado" y solo decía: "No respira, no respira, ayuda a mi bebé".

Padeció "una hemorragia severa incompatible con la vida" por el síndrome del 'niño zarandeado'

Llegó muerta

La pequeña llegó envuelta en una tela húmeda y el procesado se la puso sobre la mesa, ha declarado el facultativo, quien ha precisado que "estaba pálida" y que "no duda de que llegó muerta" al centro de salud a las 22:45 horas, según se señala en el escrito de acusación.

El acusado se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con alevosía, mientras que su pareja, a pena de seis meses de prisión por abandono de familia, que también se reclama para el procesado. Sus abogados solicitan la absolución de ambos.

El juicio continuará este miércoles con la declaración de los padres de la pequeña.

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