Se enfrenta a un año y siete meses de cárcel por la agresión a dos vigilantes de seguridad en Tenerife

Un hombre se enfrenta a una petición de penas por parte de la Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife de un año y siete meses de prisión por considerarlo autor de un delito de lesiones del que fueron víctimas dos vigilantes de seguridad.

De confirmarse la pena pedida por la Fiscalía, el presunto agresor deberá pagar a uno de los vigilantes casi 48.000 euros, de los que 12.000 se corresponden al tiempo que tardó en curar y el resto por las secuelas mientras que a la otra víctima que realizaba las mismas labores de vigilancia en un lugar de ocio, le debería indemnizar con 964 euros, por las lesiones leves causadas.

Según el escrito de la Fiscalía, los dos vigilantes se encontraban en el acceso exterior del establecimiento cuando de repente, por motivos que se desconocen, el acusado, que era cliente habitual, golpeó la doble puerta exterior desde el interior del local, que impactó en la cabeza de uno de los perjudicados.

El relato del Ministerio Público indica que a continuación lo empujó y tiró al suelo, lo que provocaría que comenzara a sangrar cerca del oído, mientras que el otro vigilante al ver la actitud violenta del acusado, intentó contenerlo y auxiliar a su compañero, a lo que el procesado presuntamente respondió dándole un fuerte empujón que dio lugar a que cayera hacia atrás sobre su brazo derecho quedando indefenso.

Seguidamente, empleados del local allí presentes lograron reducir al acusado y fue detenido por agentes policiales.

Como consecuencia de la agresión, el primer lesionado sufrió una fractura cerca de la muñeca en varios fragmentos, con hinchazón y fuertes dolores. Para su curación requirió dos intervenciones quirúrgicas y tratamiento rehabilitador con medicación específica a lo largo de 209 días, padeciendo una pérdida de calidad de vida moderada y secuelas que aún permanecen.

El otro denunciante sufrió lesiones en el oído con pérdida de audición que requirió de una primera asistencia facultativa, para su curación con una pérdida total de calidad de vida de 13 días y sin secuelas.