Asesinato de un vendedor de drogas en Tenerife: la Fiscalía pide 25 años de cárcel para cada uno de los dos acusados

La Fiscalía solicita 25 años de prisión para cada uno de los dos acusados del asesinato de un vendedor de drogas en Tenerife hace casi dos años.

La muerte violenta fue planificada presuntamente por un tercer implicado, un narcotraficante que se quitó la vida horas después de la ejecución de la víctima.

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Los hechos ocurrieron el 21 de febrero del año 2023, durante el Martes de Carnaval, en una vivienda de la localidad de Tabaiba, en el municipio de El Rosario.

El juicio se celebrará la próxima semana, entre el 10 y el 14 de febrero, con un Tribunal de Jurado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Según la investigación realizada por agentes de la Guardia Civil, el presunto autor intelectual del asesinato, un hombre que tenía un gimnasio en la zona de San Benito, en La Laguna, entregaba sustancias estupefacientes al varón ahora asesinado para que éste las vendiera a consumidores.

Ambos hombres tuvieron graves desavenencias y, en un momento dado, el empresario tomó la decisión de matar a la víctima, según consta en el escrito de calificación de la Fiscalía.

Para llevar a cabo su plan, el narcotraficante de nivel intermedio se puso de acuerdo con los ahora acusados. Según las gestiones realizadas por parte de los investigadores de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, los procesados supuestamente ayudaban al dueño del gimnasio a la distribución de drogas o, al menos, sobre todo uno de los ahora acusados, a cobrar con coacciones las deudas de consumidores o camellos.

El supuesto autor intelectual del asesinato decidió cometer el mismo en su propio domicilio, un piso situado en la localidad de Tabaiba.

El dueño de la casa y la víctima ya se habían reunido otras veces en dicho inmueble, por lo que la reunión no levantaría sospechas en el ahora fallecido.

Según el Ministerio Público, el plan consistía en que los tres hombres atacarían al joven vendedor de drogas. Para ello se aprovecharían de la superioridad física y corpulencia de dos de ellos, así como del empleo de una pata de cabra y de los conocimientos de boxeo de uno de los ahora procesados.

En el escrito de calificación de la Fiscalía se establece que presuntamente el empresario que planeó el asesinato prometió a los ahora acusados que, a cambio de su grave acción delictiva, los compensaría con una cantidad indeterminada de dinero e, incluso, drogas.

El dueño del gimnasio introdujo en su edificio y su piso a uno de los ahora procesados. Y, un poco más tarde, salió del inmueble, recogió al otro implicado y realizó la misma acción.

Después, el supuesto organizador del plan volvió a entrar en el garaje del edificio, pero de copiloto en el coche de la víctima, a quien condujo a su vivienda.

Una vez dentro del domicilio, los tres hombres se abalanzaron sobre la víctima. Con la pata de cabra le propinaron numerosos golpes, sobre todo en la cabeza y la parte superior del cuerpo.

El afectado sufrió diversas fracturas craneales que le provocaron la muerte de forma inmediata. Durante el breve forcejeo inicial, los implicados se desplazaron hasta una cristalera, que rompieron.

Los implicados salieron del edificio por unos que están en la parte trasera del edificio, que da al mar. Uno de los acusados supuestamente se deshizo de la pata de cabra, de su ropa y calzado, así como de una braga. Esta última prenda fue hallada en un solar cercano.

Además de las graves lesiones craneales, el fallecido presentó diferentes heridas de defensa en sus brazos, antebrazos y dedos.

Sobre el supuesto inductor del crimen, en el gimnasio que regentaba en San Benito y en su vivienda fueron encontradas diferentes cantidades de cocaína, que estaban destinadas a su propio consumo y a la venta a diversos clientes.

Uno de los individuos que será juzgado la próxima semana tiene el título de entrenador nacional de boxeo y ayudaba presuntamente al varón que se quitó la vida a cobrar deudas relacionadas con la distribución de estupefacientes, según figura en el escrito de la Fiscalía.

En su vivienda aparecieron cerca de 20 gramos de cocaína y dos básculas de precisión, conocidas como grameras. A este hombre le constan dos antecedentes penales por delitos contra la seguridad vial, por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y circular con el permiso retirado.

Respecto al segundo acusado, ha sido condenado por robos con fuerza, robos con violencia e intimidación, conducción temeraria, tenencia ilícita de armas, lesiones, detención ilegal, tráfico de drogas y por circular sin permiso de conducir.

La Fiscalía reclama que el padre de la víctima sea indemnizado con más de 153.000 euros.