Un hostelero se rompe la pierna al perseguir a una pareja de ladrones que le robó un jamón

Una pareja entró, poco antes de las 21.30 horas del martes, en el restaurante La Jamonería de Mesa y López. Pidieron dos vinos y una botella de agua. Nada que hiciera sospechar a los tres trabajadores que estaban en ese momento en el local. Los (tan solo) nueve minutos que permanecieron en el establecimiento tuvieron un comportamiento normal hasta que, en un momento determinado, cuando ya habían acabado la consumición, el varón se levantó a hablar por el móvil y robó un jamón Cinco Jotas valorado en 700 euros. Bruno Díaz, el dueño, lo vio a través de las cámaras de seguridad y decidió tratar de dar caza a los ladrones. En esa persecución, el hostelero se rompió una pierna.

«Vinieron con dos bolsas de comercios. Ya habían estado el día anterior, sobre las 16.30 horas, yo creo que para controlar el local. Ese día solo nos dijeron que estaban esperando que alguien aparcase y se fueron sin consumir», explica Díaz, que está a la espera de realizarse una resonancia para saber el alcance de la lesión de su pierna. Ahora, la tiene vendada, toma medicación contra el dolor y la inflamación y camina con muletas.

La pareja, de unos 40 años, aprovechó –según el relato del dueño de La Jamonería– a que los empleados del local no estaban controlando el salón interior para robar la pata de jamón. «Uno estaba atendiendo la terraza; otro, en la charcutería y el tercero, cenando. Yo estaba en mi domicilio y decidí mirar las cámaras de seguridad para bajar a ayudarles si hubiese mucha gente», explica el hostelero.

En ese momento, algo llamó su atención. Un hombre de pie, supuestamente hablando por teléfono y mirando hacia todos los lados que, de repente, coge un jamón y se lo mete en una de las bolsas de gran tamaño que portaba, tal y como puede verse en el vídeo que acompaña a esta información.

Ligamento o menisco

«Llamé inmediatamente a mi empleada para que no les cobrase. Le dije que nos estaban robando, pero no me entendió bien y los dejó marcharse. Todo pasó en nueve minutos», continúa. Los dos vinos y el agua, eso sí, los pagó el individuo. Bruno acudió de inmediato desde su vivienda –situada en las inmediaciones del restaurante– y, al tratar de perseguirlos, en un giro se torció la rodilla y se rompió la pierna. «Estoy esperando que me realicen la resonancia. Los médicos me dicen que puede ser del ligamento o del menisco, por las pruebas que me han hecho. Pero la Mutua no se hace responsable porque no lo consideran accidente laboral, ya que en ese momento yo no estaba desempeñando labores de trabajo», dice con indignación.

Tras acudir al hospital, el empresario fue a la Policía Nacional a denunciar los hechos. Lo último que le trasladaron los agentes es que los dos ladrones estaban identificados gracias a las grabaciones de seguridad. Mientras la investigación avanza, Díaz ha tenido que reforzar los turnos y contratar a una persona que lo cubra a él, que todavía desconoce cuándo podrá volver a trabajar en su local.