Intento de asesinato en Tenerife: asegura que su expareja trató de asfixiarla con las manos y una almohada

Una mujer de nacionalidad cubana ratificó este miércoles en un juicio que su expareja intentó matarla, pues quiso estrangularla y asfixiarla con las manos y mediante una almohada.

Los hechos ocurrieron durante la noche del 11 de diciembre del año pasado en una vivienda del barrio de San Matías, en la zona de Taco, dentro del municipio de La Laguna.

Meses antes, en agosto del 2023, el acusado, también de origen cubano, fue condenado por tres delitos de amenazas de muerte a la citada mujer. Y en septiembre lo fue por quebrantamiento de la pena anterior. Es decir, le impusieron una orden de alejamiento, que no cumplió.

Y en diciembre el procesado solicitó a su expareja que retirara la denuncia y que quitara la orden de alejamiento, pues seguía interesado en retomar la relación.

Sin embargo, la mujer se oponía, pues estaba convencida de que "no iba a cambiar", tanto en su afición a la bebida como en los malos tratos hacia ella.

En el día de los hechos, por la mañana las dos personas mantuvieron una reunión en una cafetería de la calle del Castillo, en Santa Cruz. De nuevo, el hombre volvió a pedir a la mujer que quitara la denuncia y renunciara a la orden de alejamiento. Pero la víctima se negó.

Ya por la noche, a las 21:30 horas, el hombre tocó en la puerta y la afectada le abrió, pues no había mirilla. A partir de ese momento, el acusado, que desprendía un fuerte olor a alcohol, empujó a la mujer y la llevó hasta una habitación. Después la tiró sobre la cama y primero le tapó la boca y la nariz.

También la apretó el cuello con una mano y posteriormente utilizó una almohada para tratar de asfixiarla. Sin embargo, la víctima ofreció una gran resistencia, forcejeó y el varón no logró su objetivo.

En un momento dado, la mujer llegó a coger los genitales de su expareja y así logró que la presión sobre su cuello no fuera tan fuerte. Después intervinieron las dos hijas de la mujer, que se hallaban en la casa, así como una vecina.

Con la intervención de esta última ciudadana, que apartó al individuo de un empujón, la víctima pudo escapar a la carrera del piso y refugiarse en el de una vecina.

La defensa del acusado admite que hubo un delito de quebrantamiento de condena y dos de lesiones leves por los empujones sufridos por las hijas de la mujer. Sin embargo, el letrado defensor señaló que no hubo homicidio en grado de tentativa.

Apuntó que el hombre llegó a la casa, en estado ebrio, y se acostó en la cama. Y después llegó la mujer y le exigió, a gritos, que se marchara de la vivienda. Entonces, siempre según la versión de la defensa, el individuo le tapó la boca para que los vecinos no llamaran a las fuerzas de seguridad y acabara arrestado o en prisión.

La médico forense ratificó que las lesiones que la mujer presentaba en el cuello son compatibles con el relato que la afectada ofreció a los agentes de la Policía Nacional que la atendieron, así como el que expuso en el Juzgado de Instrucción de La Laguna y este miércoles en el juicio.

La acusación particular solicitó seis años de prisión en total, cinco por el homicidio en grado de tentativa y otro más por el quebrantamiento de condena.