Rebajan de 14 a 6 años de prisión a un acusado de agresión sexual en Tenerife

La afectada era una turista que se encontraba en el sur de Tenerife a principios de 2023

Imagen de la parte trasera de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Imagen de la parte trasera de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. / E. D.

Santa Cruz de Tenerife

La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife ha rebajado de 14 a 6 años de cárcel su petición de penas para un hombre acusado de agredir sexualmente y causar lesiones a una turista a principios de 2023 en el sur de Tenerife.

La razón es que no ha quedado probado que se aprovechase de que la víctima tuviera anulada su voluntad por la ingesta de alcohol, tal y como ha declarado durante el juicio, en condición de perito, la médico que primero la atendió.

El informe de toxicología detectó once horas después de los hechos la ingesta de importantes cantidades de alcohol y cocaína.

El procesado fue detenido nueve meses después de esta agresión sexual porque se encontró su ADN en el registro nacional, pues había sido denunciado en otras tres ocasiones por hechos semejantes en los que las víctimas eran mujeres extranjeras que habían bebido a las que supuestamente subía a su coche para consumar las agresiones.

Por lo demás, el fiscal mantiene el resto de peticiones para el acusado, como el pago de una indemnización de 25.000 euros a la denunciante y que permanezca en libertad vigilada durante 10 años en caso de ser condenado.

La defensa, por su parte, solicita la absolución de su cliente al recordar que en ningún momento la víctima lo ha reconocido como autor de los hechos, sino que en dos ocasiones identificó a un hombre al que se encontró encima de ella y que huyó al llegar la Policía, por lo que estuvo en prisión provisional hasta que se halló el ADN el actual procesado.

La abogada recordó que pese a existir varias denuncias por agresión hacia su defendido nunca se ha concluido en condena alguna.

La médico que primero atendió a la denunciante ha relatado en el juicio que la chica había bebido pero no hasta el punto de quedar anulada su voluntad.

Tenía marcas de haber recibido un puñetazo en la boca por una pelea que tuvo lugar antes de conocer al acusado.

El resto de heridas eran arañazos e inflamaciones en el cuello y muñecas que serían compatibles con su versión de que había sido sujetada por los brazos y casi estrangulada cuando se llevó a cabo la agresión sexual pero también con el enfrentamiento que protagonizó previamente.

El informe de toxicología indicó que el ADN del primer detenido no coincidía con los restos de semen hallados pero sí con el ahora procesado, tal y como constaba en el registro nacional por un suceso ocurrido en Madrid en mayo de 2012.

El acusado declaró que en aquellas fechas se encontraba en Tenerife visitando a una amiga, que por la noche salió solo y fue entonces sobre la una y media de la madrugada cuando conoció a la turista, quien le dijo que había protagonizado una pelea y le pidió que la llevara a su hotel aunque no sabía dónde estaba.

Asegura que estuvieron hablando de forma distendida y como no encontraban el establecimiento y ni siquiera recordaba el nombre de éste pararon en un solar cerca de una urbanización donde siguieron conversando.

En un momento dado ella le preguntó si la consideraba atractiva pese a haber perdido un incisivo por una patada que le había dado su novio y entonces consumaron las relaciones pero de forma siempre consentida.

A continuación, la volvió a llevar a Las Verónicas y se fue por su propio pie, sin que percibiera en ningún momento que había bebido y tampoco encontró nunca en el coche alquilado la ropa interior de la joven, el bolso y el móvil.

Cuando estaba en este lugar mandó a su amiga sobre las 4:30 de la madrugada una fotografía de un control policial para justificar que no hubiese vuelto a su hotel.

En el último turno de palabra se quejó de que no se llevó a cabo nunca un seguimiento a su móvil para demostrar su relato.

El fiscal ha recordado que cuando una vecina atendió a la joven sobre las siete de la mañana estaba en estado de shock y de ansiedad, con los zapatos en las manos, sin ropa interior y había perdido el bolso y el móvil.

La defensa incidió en las contradicción de la denunciante y su pareja, el largo espacio temporal en el que ocurrieron los hechos, desde la 1:30 de la madrugada hasta las 7:30, cuando fue encontrada, según la Policía, con el primer detenido encima de ella y a quien ha reconocido como autor de la violación dos veces. 

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