La víctima de una agresión sexual en Tenerife asegura que duró diez minutos y que el autor la agarró por el cuello

Los policías nacionales que la atendieron señalaron que tenía sangre en sus genitales y que se hallaba en estado de shock

Una imagen de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife.

Una imagen de la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife. / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

La mujer que en la madrugada del 30 de enero del 2023 sufrió una violación en el sur de Tenerife aseguró que las relaciones sexuales no fueron consentidas, que el episodio se prolongó durante diez minutos y que el autor la agarró por el cuello mientras la agredía.

Los policías nacionales que se entrevistaron con la víctima, de origen británico y de 31 años, aseguraron que tenía sangre en sus partes íntimas y que se encontraba en estado de shock.

Así lo explicaron en la primera sesión del juicio que se desarrolla en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial por esta agresión sexual ocurrida en la zona de Playa de las Américas, en el municipio de Arona, en horario de madrugada.

Cabe recordar que la Fiscalía, representada por el fiscal jefe de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, José Luis Sánchez-Jáuregui, solicita 14 años de prisión para el acusado de los hechos.

La víctima pasaba sus vacaciones con su novio en el sur de Tenerife. Y en la noche del 29 de enero del año pasado salieron a divertirse por la zona de ocio de Verónicas, en Las Américas.

En un momento dado, la afectada se percató de que su pareja hablaba con otras chicas escocesas. Y eso le molestó, por lo que entre ambos hubo una discusión, según reconoció el hombre.

Después, la víctima sufrió una agresión por la que perdió un diente y cayó al suelo. La mujer no recuerda quién la golpeó.

Más tarde se percató de que estaba en el interior de un coche, aunque no recuerda cómo llegó a entrar en el mismo.

Sí recuerda que en el interior de dicho vehículo un hombre estaba sobre ella, le agarraba el cuello con las manos y que sufrió una agresión sexual por parte de dicho individuo. En ese momento, comentó que estuvo a punto de perder la conciencia.

Después, el varón condujo el turismo, paró, ella descendió del mismo y el individuo reanudó la marcha. Así lo explicó la afectada en la vista, quien reiteró que ni se insinuó ni le comentó a nadie que quisiera tener sexo. Además, aclaró que siempre ha mantenido la misma versión de los hechos.

La afectada admitió que esa noche había bebido alcohol y que no tenía mucho control sobre sus actos.

La mujer de origen británico fue encontrada a las 7:20 horas por una mujer que iba a trabajar en la confluencia de las calles Víctor Zurita Soler y Santiago Puig, frente al edificio El Dorado, en Playa de las Américas.

Dicha testigo activó a la Policía Nacional para que atendiera a la víctima. Se percató de que la joven no tenía ropa interior y que sangraba por su zona genital.

El enclave donde fue hallada la afectada se halla a unos 500 metros aproximadamente de los centros comerciales Verónicas.

Una de las patrullas de la Policía Nacional que llegó a la zona se dedicó a perseguir a un individuo que salió corriendo desde que se percató de la llegada de los agentes. Este individuo fue perseguido por dos funcionarios, que lo interceptaron a la altura del barranco de Troya.

Sin embargo, durante la investigación del caso se descartó que este individuo tuviera relación alguna con dicha agresión sexual.

La afectada fue trasladada a un hospital, donde contó lo que le había pasado. El personal sanitario tomó muestras de semen que tenía en su vagina.

Y en función del ADN extraído se procedió a la detención del ahora acusado, un ciudadano español de 40 años de edad. Esta persona lleva un año en prisión preventiva por la citada infracción penal.

La abogada defensora de este varón plantea la defensa en que las relaciones sexuales en el coche pudieron ser consentidas.

A preguntas de la letrada de la defensa, Matilde Zambudio, la perjudicada señaló que en la Comisaría de la Policía Nacional del Sur de Tenerife le enseñaron fotos de hombres y ella identificó a uno. Sin embargo, ese tampoco fue el presunto autor.

La trabajadora que encontró a la chica británica aseguró ante el Tribunal que se le acercó una mujer joven a pedirle ayuda y que "estaba mal, llorando, en estado de shock". Apuntó dicha testigo que "no me quería decir qué le había pasado".

La agente de la Policía Nacional que pudo hablar con la víctima manifestó en el juicio que "estaba muy nerviosa, con la mirada perdida y casi no podía ni hablar". La funcionaria se percató de que la víctima tenía sangre en el pecho, las manos, las rodillas y en su zona genital.

Cuando la policía se percató de que tenía sangre en sus piernas le preguntó si había sufrido una agresión sexual y la afectada se echó a llorar. Le pidió su documentación para identificarla, pero la mujer, de origen escocés, no la tenía. De hecho, perdió su bolso y su teléfono móvil durante la noche en que ocurrieron los hechos.

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