Solicitan seis años de cárcel a un acusado de estafar 110.000 euros a dos ciudadanos

La defensa argumenta que la plataforma de inversión en criptomonedas en la que se puso el dinero cerró en julio del 2022

Juicio a un acusado de estafa en inversión en Bitcoins

Juicio a un acusado de estafa en inversión en Bitcoins / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

La Fiscalía y la acusación particular solicitan seis años de prisión y la devolución del dinero a un hombre, de origen indio, que presuntamente estafó 110.000 euros en total a dos ciudadanos.

Los denunciantes le entregaron esa cantidad de dinero con la intención de que el ahora acusado realizara una inversión en criptomonedas durante un año.

Cuando los afectados acudieron a reclamarle sus respectivas cantidades doce meses después, el ahora procesado utilizó numerosas excusas, pero no les entregó ni un euro.

El abogado defensor argumentó que este tipo de operaciones financieras entrañan un riesgo, que a veces se gana, y otras se pierde, así como que la plataforma en la que se puso el dinero cerró. Es decir, que no se pudieron recuperar las cantidades aportadas por los inversores.

Los hechos comenzaron a mediados del año 2021 en el sur de Tenerife. El acusado convenció a varias personas de que tenía capacidad para hacer inversiones en criptomonedas que ofrecían una elevada rentabilidad.

En el contrato aportado por los afectados al procedimiento se estableció que el dinero se mantenía en una o varias plataformas durante un año y, pasado ese tiempo, podían recuperar el capital invertido o reinvertir las ganancias que produjera. Y, si se retiraba antes de esos doce meses, los inversores podían perder un 25%.

Hubo varias personas que aportaron 10.000, 15.000 o 20.000 euros al referido ciudadano de origen indio, que no recuperaron tales cantidades y que supuestamente no denunciaron esa estafa.

Sin embargo, un hombre alemán y la persona que ejercía como su intermediario decidieron presentar denuncia por lo que consideraron un fraude.

En primer lugar, uno de los afectados, que actuaba como mediador del afectado y comisionista del acusado, aportó 5.000 euros de inversión el 16 de junio del 2021. Y el varón germano, el gran perjudicado, puso 105.000 euros el 5 de julio del mismo año. Hasta ese momento ninguno de ellos tenía conocimientos sobre cómo funciona el mercado de las criptomonedas.

Entre la recepción de una y otra cantidad hubo un comportamiento muy diferente del procesado. Tras recibir los 5.000 euros, casi todos los días enviaba al móvil del intermediario las ganancias que había recibido.

Sin embargo, tras la entrega de los 105.000 euros, la aportación de información fue mucho menor.

El acusado no respondió a diferentes preguntas clave realizadas por el abogado de la acusación particular y el representante del Ministerio Público, José Luis Sánchez-Jáuregui, fiscal jefe de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Aclaró que el mercado de los Bitcoins y de las criptomonedas "sube y baja". Pero dijo desconocer qué valor tenía un bitcoin u otra criptomoneda en el momento en que se firmó el contrato.

Tampoco respondió a la pregunta sobre dónde está el dinero ni si su empresa de gestión de capitales está inscrita en el registro habilitado para tal fin por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Admitió que del ciudadano alemán sí recibió dinero, pero que no fueron los 105.000 euros que dicen la acusación particular y la Fiscalía, sino 100.000 a través de una transferencia a su cuenta bancaria.

El abogado defensor aclaró que la plataforma en la que se invirtió el dinero es Libertex, que, según él, cerró en julio del 2022. Sin embargo, dicha institución financiera, con base en Chipre, figura que continúa abierta, según la información que hay en internet.

El implicado no respondió tampoco a la pregunta de si entregó billeteras (wallets) a los inversores en el año en que supuestamente debía rendir cuentas de los rendimientos del dinero que había recibido.

También evitó contestar a la pregunta de si le pagaba comisiones a un intermediario del principal afectado para que le llevara clientes en los meses previos a que se descubriera la estafa.

A preguntas de su abogado, el acusado del fraude sí dijo que devolvió diversas cantidades de dinero a las personas perjudicadas, bien a través de transferencias bancarias o de la aplicación Bizum. Manifestó que llegó a entregar cerca de 40.000 euros a los dos denunciantes, pero que ese dinero supuestamente llegó a la cuenta del intermediario. Sin embargo, éste niega tajantemente tal afirmación.

El letrado defensor llegó a asegurar que la inversión de 105.000 euros quedó reducida a 31.757 euros.

El ciudadano alemán perjudicado aseguró que el padre del acusado tiene una tienda en la que iba a comprar material eléctrico y fue éste el que le habló de que su hijo hacía operaciones de apuestas y "cosas en criptos".

En su declaración, esta víctima, de avanzada edad, señaló que no se acuerda bien del contrato que firmó y que cree que firmó un documento que estaba redactado en español.

El varón germano aclaró que todo lo hizo a través de su intermediario. Recuerda que, en una ocasión, cuando le fueron a pedir explicaciones y que les devolviera el dinero, la respuesta fue que "habían robado el dinero en un banco". "Siempre se inventaba algo para no pagarnos", señaló este afectado a través de una intérprete.

El presunto autor de la estafa le prometía al intermediario y comisionista que le entregaría el 10 por ciento de la inversión que realizara cada persona que trajera. De esa manera, dicho denunciante admitió que llegó a ganar 8.000 o 10.000 euros.

A preguntas del fiscal, este testigo manifestó, sobre el mercado de criptomonedas, que "no éramos expertos en eso, para eso lo teníamos a él", en referencia al acusado.

También declaró otro testigo, que invirtió 2.000 euros en las mismas condiciones. Sin embargo, apenas dos meses después, se le devolvió lo que había entregado y 2.300 euros más.

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