La Audiencia rechaza dejar en libertad al acusado del fuego en Icod El Alto en julio

La Sección Sexta de la Audiencia Provincial rechazó con un auto dejar en libertad al vecino de Los Realejos imputado por ser el presunto responsable del incendio que se inició en dicho municipio el 14 de julio pasado, entre las 7:30 y las 13:00 horas en el Barranco de Los Dornajos, en Icod El Alto. Su abogado indica que en estos momentos está a la espera de que se lleven a cabo diversas pruebas periciales y, a continuación, volverá a pedir la libertad y el archivo de las actuaciones.

El problema al que se enfrenta, apunta, es la saturación de trabajo en los juzgados de La Orotava. Pero, «dato positivo», resalta el letrado que el Ayuntamiento realejero ha renunciado a seguir ejerciendo la acusación particular.

En la extinción del fuego intervinieron la Brigada Forestal (Brifor), bomberos profesionales y voluntarios del Consorcio, medios aéreos, policía local de Los Realejos, nacional y ambulancias. Según el informe del Cabildo, el fuego se vio propiciado por las altas temperaturas y cuando el Gobierno canario había decretado alerta máxima.

La superficie quemada alcanzó cerca de tres hectáreas, se acordó el desalojo de cuadras y establos que resultaron calcinados y se vieron afectadas 26 viviendas, dos depósitos municipales de agua de abasto, un centro hípico y una granja porcina. Las investigaciones, según el juzgado, «arrojaron indicios suficientes» para concluir en que el incendio fue intencionado y que se inició en un punto concreto, a lo que se unen las declaraciones de una vecina quien aseguró que vio al imputado por los alrededores pese a no tener terrenos ni trabajar en las fincas.

La mujer identificó al procesado, describió su ropa y aseguró que poco después comenzó el fuego, tal y como llegó a grabar en vídeo a apenas 15 metros del origen del incendio. A partir de ese momento se ordenó la entrada y registro en su domicilio, donde se hallaron 25 mecheros, 21 velas sin usar, 4 usadas, 113 trozos de papel higiénico, tres botes de alcohol, diez cuchillos, un guante, dos revistas de papel y un móvil. El detenido no pudo explicar la razón por las que estos objetos estaban en su poder, dijo que no es fumador y que las velas las usaba cuando no había luz, lo que admitió que no era habitual. Trabajó 10 años en la empresa Tragsa por lo que recibió formación sobre incendios. Tiene una discapacidad psíquica del 68% y no presenta enfermedades o trastornos que limiten su capacidad para actuar.