La reactivación de un conato en una zona de monte de La Matanza de Acentejo, la misma que el pasado mes de agosto se vio seriamente afectada por la cadena de incendios registrada en Tenerife y que acabó arrasando más de 14.000 hectáreas, movilizó la tarde-noche de ayer a diferentes recursos de extinción delCabildo de Tenerife para controlar una emergencia que se quedó en un susto.
Los primeros avisos asociados a esta alarma llegaron a las 19:52 horas, cuando varios vecinos informaron de la presencia de unas cortinas de humo muy cerca de la Montaña del Pozo, concretamente, en un perímetro próximo al Mirador de la Vica. Los alertantes en un primer momento informaron de la existencia de puntos calientes en un área interior que se hicieron visibles con el atardecer: la falta de luz impidió que los recursos aéreos –helicópteros– pudieran participar en la resolución de una incidencia de la que se encargaron los equipos de tierra.
Efectos del calor
Las elevadas temperaturas que se registraron durante la mañana y tarde de ayer fueron, a priori, el desencadenante de una incidencia que, según los técnicos, es normal después de que un terreno haya soportado un gran aporte calorífico durante varias jornadas.
A pesar de que el incendio de Tenerife se dio por controlado hace unas semanas, los expertos inciden en que la amenaza no está extinguida, por lo que es relativamente frecuente que se puedan dar situaciones como la que se vivió ayer por la tarde en La Matanza. Sobre todo, en las jornadas en las que el termómetro marca registros por encima de los 30º centígrados.
Esa será la pauta en los próximos días y, por lo tanto, se pide a la ciudadanía que extreme las precauciones e informe en todo momento de reactivaciones como la que se dio en el Mirador de la Vica. Al cierre de esta edición los equipos desplazados a la zona –un vehículo disuasorio, una autobomba y un Brivan de la Brifor y una dotación de Bomberos de La Orotava– permanecían en el lugar a pesar de que la urgencia se dio por controlada a las 21:48 horas.
Además de estos recursos se contó con la colaboración de unidades de la Guardia Civil y de la Policía Local de La Matanza, por si finalmente era necesario alertar a algunos de los vecinos que tenían una vivienda en los alrededores de la Montaña del Pozo. Afortunadamente, esta situación no se dio y únicamente se montó un retén para evitar otras reactivaciones.