Un hombre, de origen latinoamericano, ha sido condenado en la mañana de este lunes, 25 de septiembre, a más de tres años de prisión como presunto autor de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas en Tenerife.

El individuo fue detenido por agentes de la Policía Nacional por la venta de sustancias estupefacientes en el exterior de un bar situado en el barrio de Los Alisios, en el Distrito Suroeste del municipio de Santa Cruz de Tenerife.

El juicio se celebró en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial y los magistrados, bajo la presidencia de Francisco Javier Mulero, dictaron una sentencia de conformidad entre las partes, después de que la fiscal y la abogada de la defensa, Rosa María Ramos, llegaran a un acuerdo.

El acusado, que tiene antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, se dedicaba a la distribución de cocaína, sustancia que causa grave daño a la salud.

La citada actividad delictiva la desarrollaba, de manera principal, en el exterior de un bar situado en la zona de Los Alisios, muy cerca de Santa María del Mar. En base a la información recogida por parte de agentes de la Policía Nacional, el citado individuo guardaba la droga y el dinero que obtenía por las ventas en el interior de su vivienda.

De forma ocasional, la cocaína también era preparada y almacenada en el interior de un sótano anexo al establecimiento de hostelería mencionado. Para ello tenía sus propias llaves y a los funcionarios del cuerpo de seguridad no les consta que la mujer que regentaba el bar supiera que dicho hombre se dedicaba a la venta al menudeo de cocaína o participara en tal delito.

Gracias a las vigilancias realizadas por los funcionarios del cuerpo de seguridad, en febrero del año pasado se recabaron indicios de la participación del ahora condenado en la distribución de cocaína. Por ejemplo, el 7 de febrero el implicado vendió a un comprador dos envoltorios de plástico que contenían 1,07 gramos de la sustancia estupefaciente, con una pureza del 76,6 por ciento. El consumidor acudió a dicho enclave de Los Alisios en su vehículo.

Apenas ocho días depués, también en los exteriores del bar, el hombre vendió dos envoltorios de cocaína a un segundo cliente. Las bolsitas suministradas contenían 0,58 gramos de cocaína, con una pureza del 79,8 por ciento.

En el momento en que fue arrestado por los policías nacionales, el individuo portaba una riñonera con 170 euros en efectivo, así como un teléfono móvil.

Los agentes obtuvieron autorización judicial para acceder al sótano en el que realizaba la preparación de la cocaína para venderla. En dicho inmueble, los funcionarios encontraron 690 euros en efectivo, así como 44 envoltorios con cocaína, con un peso total cercano a los 25 gramos, con una pureza del 78,3 por ciento. En la inspección efectuada en ese espacio también apareció una catana (espada japonesa).

Por estos hechos, el acusado, identificado como R.B.C., fue condenado a tres años y dos meses de prisión, así como abonar una multa de 3.208 euros.