Cerca de finalizar septiembre, la llegada de este mes trajo consigo la vuelta a la rutina para muchos canarios que vuelven de vacaciones y se incorporan a sus trabajos o a sus respectivas labores estudiantiles.

Un mes en el que se dispara el uso del transporte público para trasladarse a distintos puntos geográficos. Uno de los más importantes se trata de Titsa, entidad perteneciente al Cabildo de Tenerife, que da el servicio de guaguas en la isla y que está recibiendo muchas críticas por la masificación de personas.

En hora punta, es decir, en determinadas horas de la mañana y de la tarde, los usuarios de este medio de transporte público han sufrido el hacinamiento de personas en determinadas líneas de Titsa, llegando a dejar fuera de las mismas a varios usuarios por la imposibilidad de entrar al vehículo.

Las redes, un altavoz para los usuarios

Muchos usuarios que se han visto perjudicados por esta situación están utilizando las redes sociales como altavoz para pedir una solución en muchas de las líneas de Titsa.

Una de las líneas con más personas perjudicadas por la masificación de personas es la 122. Esta línea se traslada desde Candelaria hasta Santa Cruz y según varios usuarios "las guaguas van llenas desde las seis de la mañana", lo que provoca que muchas personas lleguen tarde a sus quehaceres ante la imposibilidad de subirse a la misma.

Más líneas afectadas

Lo que parecía una afección puntual en la 122, se ha traducido en las quejas de más usuarios sobre otras líneas de la compañía. La 108 o la 103 son algunas de las señaladas por distintos usuarios.

Alguno incluso asegura que "cada día dejan fuera a más de 30 personas que salimos de la uni a las 20:15, las guaguas van llenas y las próximas tardan una hora en volver a pasar".

Reclamaciones

Este problema se está traduciendo en constantes quejas y reclamaciones, como la de una usuaria que reclamó "por una línea urbana básica que pasa cada 20 minutos y con vehículos micro. Me dejaron en tierra por aforo completo".

Una situación que se repite en más líneas como la 112, que une el núcleo de Los Cristianos hasta la capital de la isla y que, como recoge un usuario, "nos dejó en tierra a dos personas que íbamos a nuestros trabajos por guaguas repletas en horarios de entradas y salidas de trabajos y centros educativos".