Juicio por asesinato en Granadilla de Abona

Diez años de cárcel por matar a su padre a puñaladas en Tenerife

La pena será cumplida en un centro psiquiátrico penitenciario

Juicio por el asesinato de un hombre en Los Abrigos

Juicio por el asesinato de un hombre en Los Abrigos / E.D.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife condenó a diez años de prisión a Paul, el ciudadano británico que asesinó a su padre a puñaladas en Tenerife el 1 de julio de 2020.

Según la sentencia divulgada en la jornada de este viernes, 5 de mayo, la pena será cumplida en un centro penitenciario psiquiátrico, debido a los problemas de salud mental que tiene el autor de los hechos desde que era un adolescente.

Los hechos ocurrieron un piso situado en el núcleo costero de Los Abrigos, en el municipio de Granadilla de Abona. Días antes, Paul llegó a la isla para trabajar en la empresa de jardinería de su progenitor, que tenía su sede en Golf del Sur.

A las 6:00 horas del 1 de julio, Paul apuñaló hasta en 54 ocasiones a su padre en diversas partes del cuerpo. Seis de las lesiones de arma blanca alcanzaron el tórax y el cuello de la víctima, cuatro llegaron al brazo izquierdo y las 47 restantes se registraron en la espalda, cuando el afectado yacía boca abajo en el suelo.

El ataque comenzó por sorpresa y el progenitor no tuvo posibilidad real de defensa. Todo apunta, según la investigación del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, que la agresión comenzó en la cocina, se mantuvo a lo largo del pasillo de la casa y finalizó muy cerca de la puerta del dormitorio del ahora condenado.

Paul, que hoy tiene 38 años, padece esquizofrenia paranoide, que le fue diagnosticada cuando tenía 18. Debido a esta circunstancia, tiene reconocida una discapacidad psíquica del 65 por ciento.

En el momento de los hechos, el autor de la agresión mortal presentaba un empeoramiento en el estado de dicha patología, que fue detectado a finales de marzo de 2020. Las restricciones y la situación sociosanitaria derivada del confinamiento por la pandemia del covid-19 afectaron de forma negativa al control y el tratamiento médico de su trastorno.

El magistrado presidente del Tribunal de Jurado, José Félix Mota Bello, afirma en la sentencia que, sin producir una anulación de sus facultades, la enfermedad de esquizofrenia paranoide causó una disminución sensible en su capacidad para comprender la trascendencia de su comportamiento o en su capacidad para actuar.

Antes de la celebración del juicio, como reparación por causar la muerte de su padre, Paul dispuso su patrimonio, por valor de casi 87.000 euros, en favor de sus dos hermanos, que dan por satisfecha la indemnización derivada de estos hechos.