Tragedia en Rumanía | Cuatro muertos en un accidente a 4.000 kilómetros de la Isla

La familia grancanaria fallecida salva vidas en Rumanía con la donación de órganos

El conductor de 63 años que causó el accidente, encarcelado | Los órganos de Cristina, la hija menor de la familia han sido donados | Los hermanos y la ULPGC ultiman el traslado de los cuerpos de Pepe, Carmen, Alicia y Cristina Rodríguez

José Rodríguez y su esposa María del Carmen Rodríguez, junto a sus hijas Alicia del Carmen, de 21 años, y Cristina, de 15, en esta autofotografía en Rumanía. | | E.D.

José Rodríguez y su esposa María del Carmen Rodríguez, junto a sus hijas Alicia del Carmen, de 21 años, y Cristina, de 15, en esta autofotografía en Rumanía. | | E.D. / Javier Bolaños

Javier Bolaños

Los familiares de las víctimas grancanarias del accidente de tráfico que se registró el domingo en Rumanía han donado los órganos de los cuatro fallecidos, lo que ayudará a «salvar varias vidas, a pesar de la desgracia», según dejó de manifiesto un portavoz de la Universidad de Sibiu, en la que estudiaba el Erasmus la hija mayor, Alicia Rodríguez. Mientras, el conductor del BMW que ocasionó el accidente mortal, de 63 años, ha sido detenido y encarcelado a disposición de la Fiscalía de ese país.

Dos hermanos y una representación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria tratan de acelerar los trámites para llevar a cabo la repatriación de los cuerpos, al que se ha sumado el canciller de la Embajada. Ayer estaban pendientes solo de que se terminara la autopsia de la más pequeña, Cristina, de 15 años, para poder planificar el vuelo de regreso a Gran Canaria. En principio, debido a la falta de vuelos el fin de semana y que la familia quería que viajaran todos juntos, incluidos los padres José y María del Carmen Rodríguez, está previsto que vuelen el lunes desde Bucarest a Grecia, donde harán escala, y de allí a Madrid, donde llegarán en principio el martes. Ahora están pendiente de confirmarse el avión que les llevará de regreso a la Isla.

Un portavoz de la universidad rumana trasladó a los compañeros de la residencia su apoyo, agradeciendo la donación de órganos, ya que a pesar de la tragedia sufrida, «va a salvar muchas vidas».

La prensa rumana ha resaltado también la humanidad de la familia en la donación de los órganos, en la que han colaborado un equipo de médicos de Rumania, Alemania y Suiza.

El vicerrector de Internacionalización, Movilidad y Proyección Internacional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Jin Taira, que se encuentra en Rumanía, alabó también la decisión de la familia, «que es más que loable», además de las muchas muestras de colaboración que están recibiendo en esta situación tan trágica.

Mientras, tanto, el conductor del vehículo que originó el accidente ha sido detenido y puesto a disposición de la Fiscalía, que investiga el accidente ocurrido el domingo en la carretera nacional DN1 que conecta la capital Bucarest, con Sibiu, Cluj-Napoca y la frontera con Hungría.

Un portavoz policial avanzó que esta persona permanecerá al menos 30 días en prisión, mientras se lleva a cabo la investigación, y que «caerá todo el peso de la ley sobre él». El presunto autor de los hechos está acusado de homicidio con agravantes, y no por el accidente.

La Policía rumana ha abierto una investigación para tratar de determinar las causas de lo ocurrido y tomar declaración al causante del accidente, que tuvo que ser hospitalizado con heridas de carácter grave.

Según las primeras investigaciones, el hombre de 63 años que el pasado domingo provocó el siniestro que acabó con la vida de los cuatro miembros de una familia del barrio capitalino de Hoya Andrea (los padres José y María del Carmen Rodríguez, y sus dos hijas, Alicia, de 21 años, y Cristina de 15) hizo supuestamente caso omiso a las numerosas señales que le advertían de la peligrosidad del tramo, y decidió adelantar a una furgoneta. Cristina, que estaba hospitalizada y en coma tras el impacto, murió el miércoles, cuando la abuela y sus hermanos decidieron tomar la decisión final de proceder a la donación de sus órganos vitales.

Los cuerpos del matrimonio, Pepe (67) y Mari Carmen (55) permanecen en la capital de Rumanía, Budapest, a donde serán trasladados hoy también los de Cristina y Alicia (21), para viajar juntos en su vuelta a Gran Canaria en avión. El seguro de decesos correrá con los gastos del traslado hasta España de los cadáveres de Pepe y Mari Carmen, mientras que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) costeará el de Alicia, ya que era alumna de cuarto grado de Educación Primaria ese centro universitario y estaba de Erasmus en Rumanía.

El Gobierno de Canarias ha trasladado su intención se sufragar los costes del traslado Cristina, después de que se solicitara su ayuda porque era la única que no tenía seguro. En este sentido, la delegación familiar ha agradecido esta colaboración.

Muchos gestos de apoyo

Dos policías nacionales, hermanos de las fallecidas con las que mantenía una entreñable relación familiar, hijos del primer matrimonio del padre, se encuentran en Rumanía gestionando los trámites. «Están destrozados. Mantenían muy buena relación con la familia», aseguran quienes los conocen de cerca.

A su vez, la familia ha agradecido el esfuerzo que están llevando a cabo ambos hermanos para agilizar los trámites burocráticos en Rumanía, además del vicerrector Jin Taira; Anca Jalba, la delegada de programa de Erasmus en la Universidad Lucian Blaga (donde estudiaba Alicia); y Maxim Bogdan y su equipo, comisario jefe del Departamento de Policía de Sibiu, que realiza la investigación del accidente.

El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra, explicó ayer en RTVC que el primer avión de carga que puede trasladar los cuerpos «saldrá el lunes por la mañana y con alguna escala llegará a Gran Canaria» ese mismo día. Serra relataba las gestiones del vicerrector Jin Taira que se había reunido con los hermanos de las fallecidas y con sus compañeros de estudios ayer por la tarde en Rumanía.

En este puente festivo también se habían trasladado a Rumnaía para compartir la semana con su hija los padres de una alumna que estudia Medicina en la ULPGC y que vivieron de cerca la tragedia y prestaron su colaboración a la familia y a los responsables académicos y policiales.

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«Absolutamente impactados y consternados ante el fallecimiento de la familia canaria en Rumanía. Todo el ánimo y aliento del gobierno canario a sus familiares y amistades. En contacto con la ULPGC y con el entorno de la familia Rodríguez. DEP». El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, mostró ayer a través de las redes sociales su lamento por la tragedia que ha impactado en esta familia de padres e hijos. como ya publicó este periódico, el silencio se ha extendido en la calle Júpiter, en la urbanización de dúplex adosados del barrio de Hoya Andrea. «Era una familia ejemplar», remarca José, una de las personas que conocía a los cuatro. El accidente mortal se produjo en una curva considerada como peligrosa, con doble línea continua, señalización vertical que advierte a los usuarios de la vía y guardias muertos que obligan a aminorar la velocidad. La familia Rodríguez Rodríguez había viajado el 1 de diciembre a Rumanía para visitar a su hija Alicia, estudiante del cuarto curso del Grado de Educación Primaria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y que disfrutaba de seis meses del programa de intercambio Erasmus en la ciudad de Sibiu, en la región de Transilvania. Por delante tenían ocho días para estar junto a Alicia, descubriendo Rumanía a bordo de un Dacia Logan alquilado con el que recorrerían los principales puntos turísticos. | J. B.