Muchas discotecas tienen derecho de admisión, es decir la posibilidad de impedir a determinadas personas que entren o permanezcan en su establecimiento. Esto ha llevado más de una vez a muchas polémicas. Una de ellas ha sido protagonizada por un canario.

La usuaria @MartaCordobesa1 ha contado en Twitter una experiencia que vivió con su novio, que es de Canarias, durante una noche en las últimas semanas, en la puerta de una conocida discoteca de la ciudad andaluza de Córdoba, donde “a veces no dejan entrar por llevar determinada ropa o estilo”.

La tuitera explica que que "iba delante de mi chico" y al menos en un principio “no iban a pedirme el DNI, pero lo vieron a él, que tiene rasgos morenos, y nos lo pidieron a los dos”.

La controversia surgió cuando los trabajadores decidieron permitirle acceder solo a ella, mientras, según explica en su testimonio, se quedaron mirándolo a él “de arriba abajo”.

Uno de estos empleados le pidió al joven que se abriera la chaqueta para ver qué tenía debajo. “Se desabrochó el abrigo y llevaba una camiseta. Y precisamente una de marca”, apunta Marta en su hilo.

Ante la tensa espera a las puertas del establecimiento, la pareja preguntó qué estaba mal de la vestimenta. “Nos dijeron que nada, que no iba mal, pero no podía entrar”.

Marta lamenta que “siga habiendo esta segregación en pleno siglo XXI y pongan la excusa de la vestimenta, cuando las razones van más allá y son más vergonzosas, como son el origen de las personas o sus rasgos físicos”.

Al parecer, los porteros no les dieron ninguna explicación; se giraron y siguieron con su trabajo. “Eso tiene un nombre y es RACISMO”, exclamó la joven.

Un bufete de abogados le aconseja denunciar.

Esta historia ha creado controversia en las redes sociales y ha llegado hasta la oficina Olympe Abogados, que ha recomendado a Marta “denunciar al establecimiento (la citada discoteca cordobesa) ante el Ayuntamiento”.

“Los locales se suelen amparar en el “derecho de admisión” PERO para tener ese “derecho de admisión” deben haber pedido y pagado previamente una licencia al ayuntamiento y que éste se la apruebe. El derecho de admisión NUNCA se puede basar en cuestiones discriminatorias y los requisitos de “entrada” deben estar siempre MUY detallados, fuera del local y a la vista de cualquiera.” insisten.